Adulterio

El adulterio (del latín adulterium) es sexo extramarital que se considera objetable por motivos sociales, religiosos, morales o legales. Se refiere pues a la unión sexual de dos personas cuando uno o ambos están casados con otra persona, cometiendo de esta manera una infidelidad. El diccionario de la lengua española lo define como una «[r]elación sexual voluntaria entre una persona casada y otra que no sea su cónyuge».[1]​ Aunque el tipo de actividades sexuales que constituyen adulterio varían, así como las consecuencias sociales, religiosas y legales, el concepto existe en muchas culturas y es similar en el cristianismo, el judaísmo y el islam.[2]​ El adulterio es considerado por muchas jurisdicciones como una ofensa a la moral pública, que socava la relación matrimonial.[3][4]

Litografía publicada en Londres alrededor de 1860, que muestra a una pareja japonesa durante un juicio público por adulterio.

Históricamente, muchas culturas han censurado moralmente el adulterio o lo han considerado un delito muy grave, en algunos casos sujeto a severos castigos, usualmente para la mujer y a veces para el hombre, con penas que incluían la pena capital, la mutilación o la tortura (pero esto no ha impedido que muchas personas lo practiquen), dependiendo del país que rigen.[5]​ Tales castigos han ido perdiendo popularidad, especialmente en los países occidentales a partir del siglo XIX. En los países en los que el adulterio sigue siendo un delito, los castigos van desde las multas hasta los azotes[6]​ e incluso la pena capital. Desde el siglo XX, las leyes penales contra el adulterio se han vuelto controversiales, y la mayoría de los países occidentales han despenalizado el adulterio.

Con todo, incluso en las jurisdicciones que han despenalizado el adulterio, éste puede seguir teniendo consecuencias legales, sobre todo en las jurisdicciones con leyes de divorcio basadas en la culpa. El adulterio puede ser considerado por el tribunal de familia correspondiente como una causal de divorcio culposo, dependiendo el ordenamiento jurídico de cada país,[7][8]​ y puede por lo tanto ser un factor en la liquidación de bienes, la custodia de los hijos, la denegación de la pensión alimenticia, etc. El adulterio no es causal de divorcio en jurisdicciones que han adoptado un modelo de divorcio sin necesidad de culpa.

Organizaciones internacionales han pedido la despenalización del adulterio, especialmente a la luz de varios casos de lapidación de gran repercusión que se han producido en países como Irán, Malí o Somalia (véase Lapidación). La jefa del órgano de expertos de las Naciones Unidas encargado de identificar formas de eliminar las leyes que discriminan a las mujeres o que son discriminatorias para ellas en términos de aplicación o impacto, Kamala Chandrakirana, ha declarado que: «El adulterio no debe clasificarse en absoluto como un delito penal».[9]​ Una declaración conjunta del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la discriminación contra la mujer en la ley y en la práctica afirma que: «El adulterio como delito penal viola los derechos humanos de las mujeres».[10]

En los países musulmanes que siguen la sharia en asuntos de justicia penal, el castigo por adulterio puede ser la lapidación.[11]​ Para 2014, había quince países[12]​ en los que la lapidación estaba autorizada como castigo legal, aunque en los últimos tiempos solo se ha llevado a cabo legalmente en Irán y Somalia.[13]​ La mayoría de los países que penalizan el adulterio son aquellos en los que la religión dominante es el islam, y varios países del África subsahariana de mayoría cristiana, pero hay algunas excepciones notables a esta regla, como Filipinas y varios estados de los Estados Unidos. En algunas jurisdicciones, mantener relaciones sexuales con la esposa del rey o la esposa de su hijo mayor constituye traición.[14]

  1. ASALE, RAE-. «adulterio | Diccionario de la lengua española». «Diccionario de la lengua española» - Edición del Tricentenario. Consultado el 16 de agosto de 2022. 
  2. «Adultery». Britannica.com. Archivado desde el original el 25 de diciembre de 2018. Consultado el 12 de julio de 2010. 
  3. Sweeney, JoAnn (2014). «Undead Statutes: The Rise, Fall, and Continuing Uses of Adultery and Fornication Criminal Laws». Loyola University of Chicago Law Journal 46 (1): 127. 
  4. Weinstein, Jeremy D. (1986). «Adultery, Law, and the State: A History». Hastings Law Journal 38 (1): 195. 
  5. Adulterio en Google Libros
  6. «Aceh woman, gang-raped by vigilantes for alleged adultery, now to be flogged» [Una mujer de Aceh, violada en grupo por vigilantes por presunto adulterio, ahora será azotada]. The Age. 6 de mayo de 2014. Archivado desde el original el 8 de mayo de 2014. Consultado el 7 de mayo de 2014. 
  7. Corral Talciani, Hernán (2017). «Daños por infracción del deber matrimonial de fidelidad. Una cuestión nuclear en el debate sobre la responsabilidad civil en la familia». Revista Ius et Praxis (Universidad de Talca) 23 (2). 
  8. Bravo, Diego (21 de abril de 2015). «El adulterio se mantiene en el Código Civil como causal de divorcio». El Comercio (Elcomercio.com). Consultado el 24 de enero de 2020. 
  9. «IPS – Adultery Laws Unfairly Target Women, U.N. Says | Inter Press Service». Ipsnews.net. 24 de octubre de 2012. Archivado desde el original el 2 de octubre de 2013. Consultado el 28 de septiembre de 2013. 
  10. «DisplayNews». Ohchr.org. 18 de octubre de 2012. Archivado desde el original el 19 de diciembre de 2013. Consultado el 28 de septiembre de 2013. 
  11. «Punishment for adultery in Islam». Religioustolerance.org. Archivado desde el original el 9 de enero de 2015. Consultado el 26 de febrero de 2015. 
  12. Thomson Reuters Foundation. «INFOGRAPHIC: Stoning - where is it legal?». Trust.org. Archivado desde el original el 27 de enero de 2014. Consultado el 26 de febrero de 2015. 
  13. Mic (16 de octubre de 2013). «Women Around the World Are Being Stoned to Death. Do You Know the Facts?». Mic. Archivado desde el original el 26 de febrero de 2015. Consultado el 26 de febrero de 2015. 
  14. Por ejemplo, la Ley de Traición 1351 de Inglaterra, que sigue vigente