El ahorcamiento es la suspensión de una persona por una ligadura para producir la muerte o conmoción por caída del cuerpo desde el cuello.[1][2][3] La suspensión se puede hacer en una horca o cualquier otro punto de sujeción a suficiente altura y resistencia al peso.
El ahorcamiento también ha sido empleado como un método de suicidio en el cual la persona aplica una ligadura al cuello hasta que se presenta la inconsciencia y después la muerte, por medio de suspensión parcial o el soporte del peso en la ligadura. Este método ha sido más frecuentemente utilizado en prisiones y otras instituciones, donde es difícil llevar a cabo una suspensión completa. El primer uso conocido del término data de 1325.[1]