Alfonso III de Asturias | ||
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Rey de Asturias | ||
Sección de la miniatura medieval donde están Alfonso III el Magno y la reina Jimena a su izquierda. Liber Testamentorum Ecclesiæ Ovetensis | ||
Reinado | ||
866-910 | ||
Predecesor | Ordoño I de Asturias | |
Sucesor | ||
Información personal | ||
Coronación | 866 | |
Nacimiento |
c. 852 | |
Fallecimiento |
20 de diciembre de 910 (57 o 58 años) Zamora | |
Sepultura | Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo | |
Familia | ||
Dinastía | Dinastía Astur-Leonesa | |
Padre | Ordoño I de Asturias | |
Madre | Nuña | |
Cónyuge | Jimena de Asturias | |
Hijos | Véase Descendencia | |
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Firma | ||
Alfonso III de Asturias, llamado «el Magno» (c. 852-Zamora, 20 de diciembre de 910),[1] fue rey de Asturias desde 866 hasta poco antes de su defunción, ocurrida en 910. Hijo y sucesor de Ordoño I y de su esposa, la reina Nuña, Alfonso III fue el último rey asturiano, o el primero de León, ya que en esta ciudad residió largas temporadas, y allí tenía su Consejo de Gobierno y Tribunal de Justicia.
Desde su ascenso al poder hubo de hacer frente a una serie de problemas internos: revueltas nobiliarias, conatos de rebelión en la propia dinastía, como el caso de su hermano, el infante Bermudo Ordóñez. Llevó a cabo una fuerte actividad repobladora, acogiendo a una importante inmigración mozárabe, y consolidó el Duero como frontera meridional del reino, en torno a las plazas fuertes de Toro y Zamora. Luchó enérgicamente contra los musulmanes, a los que derrotó en Polvoraria. Rechazó la yihad del rebelde omeya Ibn al-Qitt y pactó con Ibn Marwán al-Yalliqi, valí de Mérida.
Se casó entre mayo y diciembre de 873 con Jimena Garcés,[2] cuya estirpe todavía se discute, aunque probablemente era hija de García Íñiguez de Pamplona.[3] De este matrimonio nacieron los tres primeros reyes propiamente leoneses, García, Ordoño y Fruela, que ya en vida de su padre gobernaron la frontera centro-oriental (la futura Castilla), Galicia y Portugal, y Asturias, respectivamente.
El rey Alfonso III de Asturias inició la idea imperial en el siglo IX. En 867 confirma como Adefonsus totius Hispaniae imperator. En 877 aparece como Adefonsus Hispaniae imperator y en 906 como Adefonsus...Hispaniae rex.[4] Varios de sus descendientes también adoptaron el título imperial.[5]
Sus últimos años de reinado son oscuros. Por motivos desconocidos, su primogénito García trató de derrocarlo, lo que logró finalmente con el concurso de sus hermanos. Alfonso III abdicó, aunque conservó el título real, y murió en Zamora, al parecer tras emprender una última incursión en territorio musulmán.