Alto Renacimiento, Renacimiento maduro, Renacimiento pleno o Renacimiento clásico es el periodo culminante o de apogeo del Renacimiento, que comprende los años finales del siglo XV y las primeras décadas del siglo XVI.[1] Pueden utilizarse como hitos históricos para delimitarlo el descubrimiento de América (1492) y el saco de Roma (1527); y como hitos artísticos, para iniciarlo La Última Cena de Leonardo da Vinci (1495-1497) y para terminarlo la muerte del propio Leonardo (1519), la de Rafael Sanzio (1520) o una obra culminante del tercero de los grandes protagonistas del periodo: la Capilla Medicea de Miguel Ángel (1520-1534).
El periodo que le precede es el Renacimiento inicial, y el que le continúa es el Renacimiento final. La expresión bajo Renacimiento es equívoca en su uso, incluso en la bibliografía especializada, designando tanto a uno como a otro. A veces se utiliza la expresión segundo Renacimiento como equivalente al "alto" (al ser ese Renacimiento inicial un "primer Renacimiento").[2]