El programa Apolo fue el tercer programa de vuelos espaciales tripulados de los Estados Unidos llevado a cabo por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), que consiguió hacer aterrizar a los primeros humanos en la Luna entre 1969 y 1972.[1] En el transcurso de la misión Apolo 11, los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin aterrizaron su módulo lunar y caminaron por la superficie de la Luna, mientras Michael Collins permanecía en la órbita lunar en el Módulo de Mando y Servicio de Apolo; los tres amerizaron a salvo en la Tierra el 24 de julio de 1969.[2] Otras cinco misiones Apolo posteriores también llevaron astronautas que aterrizaron en la Luna, la última en diciembre de 1972. Durante estas seis misiones espaciales, doce hombres caminaron sobre la Luna.[3]
El programa Apolo se desarrolló entre 1961 y 1972, llevando a cabo el primer vuelo tripulado en 1968. Logró su objetivo de aterrizaje lunar tripulado, a pesar del gran revés que supuso el incendio de la cabina del Apolo 1 en 1967, en el que falleció toda la tripulación mientras realizaban un ensayo previo al lanzamiento.[4] Después del primer alunizaje, quedó suficiente equipo de vuelo para poder realizar otras nueve misiones, con un amplio plan de exploración astrofísica y de geología lunar, aunque recortes presupuestarios obligaron a cancelar tres de ellas.[5] Cinco de las seis misiones restantes consiguieron alunizar con éxito, pero el del Apolo 13 no pudo realizarse debido a una explosión de un tanque de oxígeno que dañó el sistema de propulsión y el soporte vital del módulo de mando y servicio que obligó a abortar la misión, aunque los astronautas regresaron a salvo a la Tierra utilizando el módulo lunar como un improvisado «bote salvavidas».[6] Apolo utilizó cohetes de la familia Saturno como vehículos de lanzamiento desechables, que también, junto con otro equipamiento del programa Apolo, se iba a utilizar para el ambicioso Apollo Applications Program, pero que finalmente derivó en el Skylab, una estación espacial que prestó apoyo a tres misiones tripuladas entre 1973 y 1974, así como el proyecto de pruebas Apolo-Soyuz, una misión en órbita terrestre desarrollada conjuntamente entre la Unión Soviética y los Estados Unidos en 1975.[7]
El programa marcó varios hitos importantes de los vuelos espaciales tripulados. Es el único que envió misiones tripuladas más allá de la órbita terrestre baja.[3] El Apolo 8 fue la primera nave tripulada que orbitó otro cuerpo celeste y el Apolo 17, última misión del programa, consiguió el sexto alunizaje y fue la novena misión tripulada más allá de la órbita terrestre baja. Las distintas misiones trajeron a la Tierra un total de 382 kg de rocas y suelo lunar, contribuyendo en gran medida a la comprensión de la composición y la historia geológica de la Luna.[8] También sentó las bases para desarrollos posteriores de la NASA en los vuelos espaciales e impulsó importantes avances en muchas áreas de la tecnología relacionada con los cohetes y los vuelos espaciales tripulados, como la aviónica, las telecomunicaciones y los ordenadores.[9]
En el programa se utilizaron cuatro tipos de vehículos de lanzamiento. El primero fue el Little Joe II, que se utilizó para el desarrollo de un sistema suborbital de escape de emergencia durante el lanzamiento.[10] El segundo fue el Saturno I, que se utilizó para el desarrollo de equipo suborbital y orbital sin tripulación.[11] El siguiente fue el Saturno IB, que se utilizó para misiones preparatorias sin tripulación y en el Apolo 7.[12] Por último, el Saturno V que se utilizó para misiones lunares y orbitales terrestres no tripuladas y en misiones tripuladas.[13]
El nombre del programa —adoptando el nombre del dios griego y romano Apolo— le fue asignado por sugerencia de Abe Silverstein, uno de los directores de la Nasa e ingenieros del programa.[14]