Antocianina

Las antocianinas otorgan el color rojizo a las hojas de Acer palmatum en el otoño.

Las antocianinas (del griego ἀνθός (anthos): ‘flor’ + κυανός (kyáneos): ‘azul’) son pigmentos hidrosolubles que se hallan en las vacuolas de las células vegetales y que otorgan el color rojo, púrpura o azul a las hojas, flores y frutos.[1]​ Desde el punto de vista químico, las antocianinas pertenecen al grupo de los flavonoides y son glucósidos de las antocianidinas, es decir, están constituidas por una molécula de antocianidina, que es la aglicona, a la que se le une un azúcar por medio de un enlace glucosídico. Sus funciones en las plantas son múltiples, desde la de protección frente a la radiación ultravioleta o la de atracción de insectos polinizadores; también esta sustancia puede ser potencialmente fatal si es ingerida por perros.[2]

El término antocianina fue propuesto en 1835 por el farmacéutico alemán Ludwig Clamor Marquart (1804-1881) para describir el pigmento azul de la col lombarda (Brassica oleracea). En realidad, las antocianinas no solo incluyen a los pigmentos azules de las plantas, sino también a los rojos y violetas.[3]

  1. Wagner GJ. 1982. Cellular and Subcellular Location in Plant Metabolism. In: Creazy L, Hrazdina G. (ed) Recent advances in Phytochemistry. New York, Plenum Press; p. 1-45.
  2. Anne-Sophie Martineau; Véronique Leray; Anne Lepoudere; Géraldine Blanchard; Julien Bensalem; David Gaudout; Khadija Ouguerram; Patrick Nguyen (3 de agosto de 2016). «A mixed grape and blueberry extract is safe for dogs to consume» (html). DMC Veterinary Research (en inglés). Archivado desde el original el 9 de abril de 2018. Consultado el 9 de abril de 2018. «The European Pet Food Industry Federation (2013) considers only the grape or raisin itself to be potentially dangerous; grape-seed extracts per-se, are not considered to be a threat.» 
  3. Raphael Ikan. 1991. Natural products: a laboratory guide. Academic Press, California. ISBN 0-12-370551-7, pág. 19.