El argumento a silentio, argumentum a silentio, argumentum ex silentio o argumento desde el silencio es una falacia en la que se extrae una conclusión basada en el silencio o ausencia de evidencia.[1][2] En el campo de los estudios clásicos, este término hace referencia a la conclusión de que un autor ignoraba un determinado asunto debido a la falta de referencias al mismo en sus escritos.[3] Cuando se usa como modo de pruebas y de razonamiento puro está clasificado entre las falacias, a pesar de lo cual puede ser válido y convincente cuando se trata de un razonamiento abductivo.
Esto no quiera decir que el razonamiento abductivo sea falaz, tampoco se pretende negar el razonamiento del método inductivo, ya que sin esta no existiría la síntesis de las conclusiones en la eliminación del razonamiento social por ser subjetivas y no tangibles. Por esto en este ejemplo por lo antedicho, no la hace necesariamente falaz, ya por la ausencia de evidencia tangibles, «de a ser así, ya sería todo una falacia a la plática», fuera del mundo de los supuestos. Esto amenos de un hecho falaz, después que estas propuestas sean tomadas como pruebas dogmáticas verdaderas o falsas hacia el interlocutor en un tipo de falacia de la prueba anecdótica y la falacia argumento ad consequentiam.
Según la Real Academia Española se refiere a dogmatismo; a inflexible, que mantiene sus opiniones como verdades inconcusas, por esto que sea una falacia a silentio. Se hablaría más bien fuera de una hipótesis de los supuestos, fuera de dichos no aclarados en suspensión de una propuesta hipotética no verificada en la ambigüedad verdad y falso. La razón de esto de que diríamos que sean tomados por hechos o como un comprobado a algo no verificado siendo esto la falacia, no asumiendo un supuesto a las conclusiones que se nos presenta basándonos en especulaciones válidas para sostener una hipótesis. También dependería de como se presente la conclusión, después que siga los esquemas de una hipótesis, de no ser así sería una falacia hipotética.