El arroz (del árabe, الروز ar-rūz; a su vez del griego, ὄρυζα oryza[1]) es la semilla de la planta Oryza sativa (arroz asiático o simplemente arroz) o de Oryza glaberrima (arroz africano). Se trata de un cereal considerado alimento básico en muchas gastronomías del mundo.[2]
El arroz es el segundo cereal más producido en el mundo (741,5 millones de toneladas), por detrás del maíz (1000 millones de toneladas) y por delante del trigo (713 millones de toneladas).[3][4] Debido a que el maíz es producido con otros muchos propósitos aparte del consumo humano, se puede decir que el arroz es el cereal más importante en la alimentación humana y que contribuye de forma muy efectiva al aporte calórico de la dieta humana actual; es fuente de una quinta parte de las calorías consumidas en el mundo.[5] Desde 2008, se ha realizado un racionamiento en algunos países debido a la carestía de arroz.[6] En países como Bangladés y Camboya puede llegar a representar casi las tres cuartas partes de la alimentación de la población.[7]
Se dedican muchas hectáreas al cultivo del arroz en el mundo. Se sabe que el 95 % de este cultivo se extiende entre los paralelos 53° latitud norte, y 35° latitud sur. Se calcula que la producción de arroz causó más del 1% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 2022.[8] Se prevé que el rendimiento del arroz disminuya en torno a un 3.2% con cada aumento de 1 °C de la temperatura media mundial.[9]
El método tradicional de cultivo del arroz es la inundación de los campos, durante o después de la plantación de la implantación de las plántulas. Este método sencillo requiere una planificación cuidadosa, pero reduce el crecimiento de malas hierbas menos robustas que no crecen cuando están sumergidas y también impide las infestaciones. Aunque la inundación no es obligatoria para el cultivo del arroz, todos los demás métodos de irrigación requieren mayores esfuerzos en el control de malas hierbas y otras plagas durante los periodos de crecimientos y un enfoque diferente en cuanto a la fertilización del suelo.
El arroz, que es una planta monocotiledónea, se cultiva normalmente como planta anual, aunque en las áreas tropicales puede sobrevivir como planta perenne y puede producir cosecha a partir de retoños hasta durante 30 años.[10] El cultivo del arroz está bien adaptado a países y regiones con costes de mano de obra bajos y alto régimen de lluvias, ya que se trata de un cultivo con altos requerimientos tanto de mano de obra como de agua. Aunque sus especies ancestrales son nativas de Asia y ciertas partes de África, siglos de comercio y exportación lo han hecho común en muchas culturas en todo el mundo.
El origen del arroz es objeto de controversia entre los investigadores; se discute si fue en China o en India.[cita requerida]
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