Autoimagen

Una de la autoimagen de un individuo. Donde se ve con dudas de como es realmente.

La autoimagen (conocida en inglés como self-image) es la imagen o representación mental que se obtiene de uno mismo, generalmente resistente al cambio, y que no representa solamente los detalles que pueden estar disponibles a la investigación u observación objetiva de otros (como la altura, peso, color del cabello, género, cociente intelectual, etc.), sino también los elementos propios que se han aprendido acerca de sí mismo, ya sea por experiencias personales o por la internalización de los juicios de los demás. Una definición simple de lo que representa la auto-imagen de una persona es la respuesta a esta pregunta - "¿Qué es lo que cree o piensa la gente de usted?".

La autoimagen es esa fotografía interna (y con frecuencia falsa), que tenemos de nosotros mismos y que está presente, cada vez que decimos o pensamos “yo soy” o “yo no soy” y es la responsable de decir “yo puedo” o “yo no puedo”.

La autoimagen se puede clasificar en tres tipos:

  • Autoimagen resultante de cómo el individuo se ve a sí mismo.
  • Autoimagen resultante de la forma en que otros ven a la persona.
  • Autoimagen resultante de la forma en que el individuo percibe lo que ven los demás de sí mismo.

Estos tres tipos pueden, o no, configurar una representación exacta de la persona. Aunque todos, algunos o ninguno de ellos puede ser cierto.

Un término más técnico que la autoimagen, utilizado comúnmente por los psicólogos sociales y cognitivos, es el llamado autoesquema. Como cualquier esquema, estos almacenan información e influyen en la forma de pensar y recordar. Por ejemplo, la investigación indica que la información que se refiere a sí mismo es preferentemente codificada y evocada en las pruebas y tests de memoria, un fenómeno que se conoce como codificación autoreferencial.[1]

  1. Rogers et al. 1977