Las badlands, anglicismo por tierras baldías o tierras yermas[1] son un tipo de paisaje de características áridas y de litología rica en lutitas, extensamente erosionado por el agua y el viento, debido a la falta de vegetación. Cañones, cárcavas, barrancos, canales, chimenea de hadas (columnas de roca con formas en sus picos) y otras formas geológicas del estilo son comunes en las badlands. A menudo es difícil caminar por ellas. Dependiendo de las sucesiones sedimentarias que las conformen, estas tierras pueden presentar una espectacular gama de colores, que alterna capas que van del negro azulado oscuro, característico del carbón, al color de los materiales blandos, como el blanco del caolín o el yeso, por el rojo brillante, característico de algunas arcillas; o al variado de las margas.[2]