El arte barroco en Nueva España — también denominado como barroco novohispano—, permitió a los artistas novohispanos experimentar en la creación de formas expresivas, contrastantes y realistas, creando manifestaciones artísticas que tuvieron una gran aceptación entre la sociedad novohispana. Destacan, por una parte, esculturas talladas y policromadas que además de mostrar las habilidades técnicas de los artesanos, reflejan la expresividad y los contrastes de color propios del barroco novohispano.
Dos columnas que formaron parte de algún retablo, muestran los rasgos característicos de las modalidades del barroco en la arquitectura novohispana: la columna salomónica, desarrollada a partir de mediados del siglo XVII y el estípite que comenzó a difundirse a partir de los primeros años del XVIII
Una maqueta de la Catedral de Puebla, representa la magnificencia de las obras arquitectónicas de Nueva España. Un libro de coro, acompañado de un clavicordio del siglo XVIII, destacan la importancia que tuvo la música para la sociedad novohispana del periodo barroco en México.