Barry Lyndon es una película angloamericana dramática-histórica de 1975 escrita y dirigida por Stanley Kubrick; y protagonizada por Ryan O'Neal, Marisa Berenson, Patrick Magee y Hardy Krüger. Está basada en la novela La suerte de Barry Lyndon de William Makepeace Thackeray, publicada en 1844.[3] La cinta describe las desventuras ficticias de un estafador irlandés durante el siglo XVIII, y está ambientado en parte durante la Guerra de los Siete Años, período que fue abordado con una mirada realista y cruda. Los exteriores fueron rodados en diversas localizaciones de Irlanda, Inglaterra y Alemania. El cineasta Martin Scorsese citó a Barry Lyndon como la mejor película dentro de su género, y su película favorita de Kubrick, sirviendo de inspiración para su famoso film La edad de la inocencia. Algunas citas del guion de esta película han aparecido en otras obras cinematográficas tan dispares como Los duelistas de Ridley Scott, La edad de la inocencia del propio Scorsese, Rushmore de Wes Anderson y Dogville de Lars von Trier.
La película ganó cuatro premios Óscar a la Mejor dirección artística, Mejor fotografía, Mejor vestuario y Mejor banda sonora, y fue nominada también a Mejor película, Mejor director y Mejor guion adaptado.[4] Además Kubrick ganó el premio de la Academia Británica de Cine y Televisión (BAFTA) a la Mejor dirección y John Alcott ganó el de Mejor fotografía, y la cinta fue nominada a Mejor película, Mejor dirección artística y Mejor diseño de vestuario. En numerosas encuestas, entre ellas del Village Voice (1999), Sight & Sound (2002), Time (2005) y la BBC, se la ha considerado una de las mejores películas jamás rodadas.[5][6][7][8]
El reparto de la película es uno de los puntos en los que algunos aficionados y críticos coinciden en señalar como no ser el más idóneo. Lo cierto es que la elección de O'Neal para interpretar al protagonista puede no gustar a algunos, principalmente por la escasa expresividad del actor, pero el director buscaba un actor no excesivamente carismático que pasara bien por lo que el personaje es, un vividor con escasas virtudes morales. Del resto del reparto destaca el trabajo de Berenson, que da vida a Lady Lyndon, la condesa a la que Barry seduce y de la que obtiene su noble apellido. El resto realiza una buena labor. A pesar de las críticas, es la película por la que se considera el mejor trabajo de ambos protagonistas.[9]
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