Una biblioteca puede definirse, desde un punto de vista estrictamente etimológico, como el lugar donde se guardan libros. Sin embargo, en la actualidad esta concepción se ha visto superada para pasar a referirse tanto a las colecciones bibliográficas y audiovisuales[1] como a las instituciones que las crean y las ponen en servicio para satisfacer las necesidades de los usuarios. Desde el 24 de octubre de 1997 se celebra, ese día, como el Día Internacional de la Biblioteca.[2]