Biomedicina es un término que engloba el conocimiento y la investigación que es común a los campos de la medicina como la oncología, dermatología, osteología, reumatología, endocrinología, epidemiologia, neurología, psiquiatría, cardiología, neumología, oftalmología, gastroenterología, urología, otorrinolaringología, estomatología, cirugía, obstetricia y ginecología y a las disciplinas del ámbito de la biología como son la bioquímica, biología molecular, microbiologia, bacteriología, virología, parasitología, inmunología, histología, genética, citología, embriología, anatomía, fisiología, patología, ingeniería biomédica, bioingeniería, biotecnología, zoología, botánica y farmacología.
La biomedicina se relaciona con la práctica de la medicina, y aplica todos los principios de las ciencias naturales en la práctica clínica, mediante el estudio e investigación de los procesos fisiopatológicos, considerando desde las interacciones moleculares hasta el funcionamiento dinámico del organismo a través de las metodologías aplicadas en la biología, química y física.
De esta manera permite la creación de nuevos fármacos, menos tóxicos, y perfecciona el diagnóstico precoz de enfermedades y el tratamiento de estas.[1]