Carlos II de Navarra | ||
---|---|---|
Rey de Navarra | ||
Carlos de Navarra, sobre un estrado en Pré-aux-Clercs, arenga a una multitud de parisinos. Ilustración extraída de las Grandes Crónicas de Francia | ||
Reinado | ||
1349-1387 | ||
Predecesor | Juana II de Navarra | |
Sucesor | Carlos III de Navarra | |
Información personal | ||
Otros títulos | Conde de Évreux, Señor de Montpellier | |
Coronación | 27 de junio de 1350 (Pamplona) | |
Nacimiento |
10 de octubre de 1332 Évreux | |
Fallecimiento |
1 de enero de 1387 (54 años) Pamplona | |
Sepultura | Catedral de Pamplona | |
Familia | ||
Casa real | Évreux-Navarra[1] | |
Dinastía | Dinastía Capeta | |
Padre | Felipe III | |
Madre | Juana II de Navarra | |
Consorte | Juana de Valois (1343-1373) | |
Hijos |
Carlos III el Noble Felipe de Navarra; Pedro de Navarra (conde de Mortain) Juana de Navarra, reina de Inglaterra Blanca de Navarra Bona de Navarra Isabela de Navarra. | |
| ||
Firma | ||
Carlos II de Navarra (Évreux, 10 de octubre de 1332-Pamplona, 1 de enero de 1387)[2] conocido también como Carlos II de Évreux o, más posteriormente a su época, calificado como Carlos el Malo, fue rey de Navarra, conde de Évreux (23 de septiembre de 1343-1378 —fecha de incautación del condado por el rey Carlos V de Francia—) y señor de Montpellier (1365-1387). Era hijo de Felipe de Évreux, III de Navarra, y de Juana II de Navarra, hija del rey de Francia y de Navarra, Luis X el Hutin. Estuvo casado con Juana de Valois, hija y hermana de los reyes de Francia Juan II y Carlos V respectivamente.
En el estudio del reinado son varios los investigadores que aciertan a visualizar, y establecer, dos fases o etapas distintas en la vida y reinado de Carlos II en torno al año 1361-1362: una etapa francesa, donde el monarca presta atención preferente a los asuntos franceses, y una etapa navarra, donde sus estancias en el reino peninsular son más largas y se ocupa de las cuestiones internas y externas del reino. El cambiar su foco de atención de unos dominios a otros no supone despreocuparse de aspectos propios de los otros: en todo momento mantendrá, directa o indirectamente, la atención sobre todo e, incluso, tal atención sirve de trasfondo en muchas de sus decisiones.
Y ¿por qué 1361? Carlos II decide, tras varios años de ausencia, volver a Navarra. Tras la tregua en la Guerra de los Cien Años (Tratado de Bretigny) se genera una creciente inseguridad en Francia con las grandes compañías deambulando libremente. También la presión de la Corona francesa sobre sus posesiones normandas esquilmará la disposición de recursos económicos para retomar sus reivindicaciones dinásticas y territoriales.[3] Pero quizá haya un punto de inflexión en su trayectoria vital: antes de embarcar en Cherburgo redacta de su primer testamento. Probablemente en lo personal, la razón de peso pudiera ser, entre otras, el nacimiento en Mantes su heredero Carlos, futuro Carlos III (22 de julio).