Carlos I, llamado Carlos de Anjou (en francés: Charles d'Anjou; italiano: Carlo I d'Angiò; París, 21 de marzo de 1227-Foggia, 7 de enero de 1285), rey de Sicilia (1266-1282) y de Nápoles (1282-1285), el primero de la dinastía Anjou-Sicilia, y creador de un gran pero efímero imperio mediterráneo.
Hermano menor de Luis IX de Francia, Carlos adquirió el condado de Provenza por matrimonio en 1246 y acompañó a Luis en su Cruzada de Egipto (1248-1254). Aliado con el papado, conquistó el reino de Sicilia en la década de 1260, derrotando a Manfredo y Conradino, los últimos representantes de la dinastía de los Hohenstaufen, en Benevento (1266) y Tagliacozzo (1268). Posteriormente amplió su poder en los Balcanes y en 1277 intervino para apoderarse del Reino de Jerusalén. Carlos transfirió su capital de Palermo a Nápoles y su introducción de funcionarios franceses causó descontento en Sicilia, donde estalló la rebelión en 1282 (Vísperas sicilianas). Con la ayuda de Pedro III de Aragón, los sicilianos expulsaron a los angevinos de la isla de Sicilia, derrotando a la flota de Carlos en la bahía de Nápoles en junio de 1284. Carlos estaba preparando una contraofensiva cuando murió.