El catecismo (del griego κατηχισμός, de kata [«abajo»] + echein [«sonar»], literalmente «sonar abajo» (dentro de los oídos), es decir, «adoctrinar») es el texto en el que se presenta una exposición orgánica y sintética de los contenidos esenciales y fundamentales de la doctrina cristiana tanto sobre la fe como sobre la moral.[1]
En el caso de la Iglesia católica, sus catecismos se basan principalmente en la Tradición Apostólica de la Iglesia interpretada a la luz del Concilio Vaticano II. Sus fuentes principales son la Sagrada Escritura, los Santos Padres, la Liturgia y el Magisterio de la Iglesia. Está destinado a servir "como un punto de referencia para los catecismos o compendios que sean compuestos en los diversos países" (Sínodo de los Obispos 1985. Relación final II B A 4).
Existe una versión in extenso promulgada el 11 de octubre de 1992 por el papa Juan Pablo II y el Compendio, promulgado por el papa Benedicto XVI el 28 de junio de 2005, que es una síntesis fiel y segura del Catecismo de la Iglesia católica. Contiene, de modo conciso, todos los elementos esenciales y fundamentales de la fe de la Iglesia, de manera tal que constituye, de acuerdo a lo descrito en su presentación por el papa, «una especie de vademécum, a través del cual las personas, creyentes o no, pueden abarcar con una sola mirada de conjunto el panorama completo de la fe católica».