Un circo es un espectáculo artístico, normalmente itinerante, que puede incluir a acróbatas, arlequines, bufones, contorsionistas, equilibristas, escapistas, forzudos, hombres bala, magos, malabaristas, mimos, monociclistas, payasos, titiriteros, tragafuegos, tragasables, trapecistas, ventrílocuos, zanqueros, etc. Es presentado en el interior de una gran carpa que cuenta con pistas y galerías de asientos para el público.
En la actualidad, los circos con animales están prohibidos en los siguientes países y territorios: Austria, Bélgica, Bolivia, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Chile, Chipre, Colombia, Costa Rica, Corea del Sur, Croacia, Dinamarca, Ecuador, El Salvador, Estonia, Eslovenia, Finlandia, Grecia, Guatemala, Honduras, Hungría, India, Irán, Irlanda, Israel, Italia, Letonia, Líbano, Macedonia, Malta, México, Noruega, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Reino Unido (únicamente Escocia e Inglaterra), República Checa, China, Taiwán, Rumania, Serbia, Singapur y Suecia.[1]
En Argentina se dio una variante de este género artístico, denominada «circo criollo», surgida entre 1840 y 1866 en los alrededores de la ciudad de Buenos Aires, y donde se difundió principalmente el género gauchesco a través de danzas y canciones.