Un consulado es la representación de la administración pública de un país en otro,[1] que colabora con sus ciudadanos en otro país y les ofrece las siguientes funciones:[2][3][4][5]
Establecer y renovar documentos oficiales (por ejemplo, pasaportes)
Emitir partidas de nacimiento, de defunción, de matrimonio o a mano
Ofrecer atención y cuidado a los nacionales detenidos y controlar la legitimidad de los procedimientos judiciales correspondientes.
Establecer visados a extranjeros e informar acerca de los permisos de residencia o de trabajo.
Poder ejercer el voto popular si hay elecciones en el país de origen.