En arquitectura se denomina coro, palabra proveniente del griego χορός y del Latín chorus,[1] a la parte de una iglesia reservada al clero menor a ella adscrito y sin acceso al presbiterio,[1] los cuales cantan los oficios divinos.
Por extensión, también se aplica al espacio reservado a los cantores. Su ubicación cambió a lo largo del tiempo y el lugar pues, mientras al principio (en las basílicas paleocristianas) se situó en el presbiterio, más adelante se ubicó en la nave central o en los pies de la iglesia o en un lugar elevado.[1]
La parte exterior del muro que lo rodea se designa por trascoro (no confundir con coro alto).