Cristiandad

El triunfo de la Iglesia: La Iglesia triunfante y la Iglesia militante, de Andrea di Bonaiuto (1365-1367), en la Cappella Spagnuolo, o Guidalotti de Santa Maria Novella, Florencia.

Cristiandad (del latín christianitas) es un concepto polisémico, que puede definirse de varias maneras o aludiendo a distintos ámbitos:[1]

La disputa del Sacramento, de Rafael Sanzio (1508-1511) en las Estancias Vaticanas. Se enfrenta visual y conceptualmente a La escuela de Atenas, en la pared opuesta.

La división entre los cristianos que comenzó en el cristianismo primitivo, hizo que desde la Edad Media se pudiera hablar, básicamente, de dos cristiandades:[7]

  1. Real Academia Española. «cristiandad». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. Most, fuente citada en Church militant and church triumphant
  3. Veyne, Paul (2008) [2007]. El sueño de Constantino. El fin del imperio pagano y el nacimiento del mundo cristiano [Quand notre monde est devenu chrétien (312-394)]. Barcelona: Paidós. ISBN 978-84-493-2155-9. «La religión cristiana adquiría de golpe talla "mundial"... El cristianismo tenía desde entonces como cantera este inmenso imperio que era el centro del mundo y que se consideraba como coextensivo a la civilización. Acababa de nacer lo que durante largos siglos se llamará el Imperio cristiano, es decir, la Cristiandad». 
  4. Inmortale Dei [Dios Inmortal]. Consultado el 28 de octubre de 2021. 
  5. Paul Tillich, Religión y cultura secular, 1946
  6. Christopher Dawson, Christianity and European Culture CUA, 1998.
  7. Previo a ese Gran Cisma medieval se habían producido numerosas divisiones en torno a puntos teológicos, en los que cada condena de una opción por "heterodoxa" o "herética" suponía el establecimiento de la opción opuesta como «ortodoxa» (gnósticos —la opción opuesta fue la de Ireneo—, arrianos —la opción opuesta fue la de Atanasio—, pelagianos —la opción opuesta fue la de Agustín—, nestorianos —la opción opuesta fue la de Cirilo—, monofisitas —la opción opuesta fue la León—, adopcionistas —la opinión opuesta fue la de Beato—, etc.; véa se también adamismo, apolinarismo, marcionismo, donatismo, macedonianismo —pneumatómacos—, miafisismo, eutiquianismoeutychianism—, diofisismo...). En los siglos centrales y finales de la Edad Media hubo en Europa Occidental otro tipo de movimientos religiosos que se caracterizaron como herejías por las autoridades (bogomilos, albigenses o cátaros, arnaldistas, valdenses, petrobrusianos, enricianos, fraticelli, husitas, lolardos, etc.) La utilización de estos términos es desde su inicio peyorativa, como consecuencia de la definición que un apologista hace de la teoría que pretende refutar y condenar. Son pues «heterónimos» y no «autónimos» (es decir, nombres dados por los adversarios y no por los propios —véase exónimo y endónimo—). En cambio, a sí mismos se autodenominan con los términos «católico», «ortodoxo» y «reformado« (o «evangélico») los que sus adversarios denominan «azimita», «papista» o «romanista» (refiriéndose a los católicos —azimitas por comulgar con pan ázimo, sin levadura—), «cismático» o «prozimita» (refiriéndose a los ortodoxos —prozimitas por comulgar con pan común, con levadura— Prozimita Haereticus. Id est panis fermentati defensor. Haereses istae, Graecis attributae -Historia ecclesiastica, pg. 608-) y "protestante", "luterano", "calvinista" o "laicocéfalo" (refiriéndose a las distintas iglesias reformadas). Es significativo que Gore Vidal ponga en boca de Juliano el Apóstata las denominaciones "arriano" y "atanasiano" para referirse a las dos ramas rivales del cristianismo de su época, no dando a ninguna el beneficio de una denominación autónima. En todas épocas ha condenado la Iglesia los independientes, los que se oponen a sus leyes, como los leviticos, rama de los nicolaítas, los aerianos, los agoniclitas, los nictagios, los erastianos, los consobalditas, y otros llamados petrobrusianos, henriquistas, cornaristas, valdenses, picardianos, ensabatos, runcarios, patarinos, wiclefitas, husitas, taboritas y orebitas, hermanos bohemios, pastoricidas, protestantes, cameronianos, broronistas, anglicanos, presbiterianos, puritanos, laicocéfalos, etc. La disciplina que establecieron entre ellos, sus sinodos, sus teólogos, ministros, superintendentes, etc., no interesan mucho a un teólogo católico. (Nicolas-Sylvestre Bergier, Diccionario de teología, 1854, pg. 52). Saint Pierre peu de temps aprés écrivit sa seconde Epistre contre les Hérésiarques, Simon, Ménandre, Basilides, et Carpocras, qui enseignoient des abominaciones étranges. Les Nicolaïtes les surpassoient tous en impureté. On dispute, si Nicolas, un des sept Diacres, setoit lÁuteur de cette Secte. Quelques Peres láffirment, et disent, qu'ayant esté blasmé par les Apostres, de ce quu'il avoit repris sa femme dont il s'estoit sèparè pour garder la continence, il inventa une erreur brutale pour dèfendre son action, enseignant qu'il estoit n'ecessarie pour aquerir le salut éternel, de se souïller tous les jours d'impudicité. Les autres disent, que les mesmes Apostres luy ayant reproché d'estre jaloux de sa femme qui estoit fort belle, il la fit venir en pleine assemblée, et luy permit de se marier à qui elle voudroit: Et que comme s'il eust enseigné par cette action à s'abandonner aus plaisirs de la chair, quelques-uns formérent une Hérésiie à laquelle ils donnérent son nom fort injustement, n'ayant eu jamais d'autre femme que la prèmieère qu'il avoit èpousèe. Ses filles, selon eux, moururent vierges, et son fils unique conserva sa pureté jusqu'à la mort. Ils ajoutent qu'il fut établi Evesque de Samarie. Ces abominables qui vouloient se couvrir de sa reputation, nioient la Divinité de Jesus Christ par l'union hypostatique, et disoient que Dieu avoir seulement habité en luy. Il soustenoient que les plus illegitimes voluptez du corps estoient bonnes et saintes, et que l'on pouvoit manger des viandes offertes aux Idoles. Quelque temps aprés changeant leur nom qui les faisoit trop connoitre, ils prirent celuy de gnostiques, c'est a dire, sçavans, ou connoissans. Ils se diviserent encore en d'autres sectes dans la suite des siecles et furen appelez phibionites, stratiotiques, lévitiques et borborites. Saint Epiphane en decrit les ordures qu'on ne peut lire sans horreur, mais qui son connoistre de quelles monstrueuses brutalitez l'homme, que la Grace de Dieu ne gouverne pas, es capable. (Antoine Godeau, Histoire de l'Eglise, 1672, pg. 208). Pastoricidas - f. pl.- Nome, que se deu aos Anabaptistas ingleses, os quaes, no século XVI, voltavam o seu furor especialmente contra os padres, assassinando-os onde os encontrassem. (Dicio). Nicolás Silvestre Bergier, 4º División - Enemigos de la Iglesia Católica, índice temático del Diccionario enciclopédico de teología, 1835, Volumen 10, pgs. 402-409. "Agoniclitas - Herejes del [siglo] VIII..., quienes tenían por máxima no orar jamás de rodillas, sino de pié. Esta voz es compuesta de a, privativa, de genu, rodilla, y del verbo klino, inclinar, doblar, encorvar." (Fundación San Vicente Ferrer).
  8. El número de «iglesias» o «sectas» (según se quiera señalarlas peyorativamente o no) dentro del ámbito «protestante», «reformado» o «evangélico» es muy amplio (episcopalianos, presbiterianos, anabaptistas, hugonotes, arminianos, gomaristas, puritanos, cuáqueros, metodistas, etc.
  9. Щенникова, fuente citada en Петровская икона Божией Матери
  10. Joachim I, Prince of Anhalt-Dessau