Los cruzados eran guerreros cristianos, inicialmente de Europa Occidental, que participaron en alguna de las cruzadas en la Edad Media. El nombre deriva de la costumbre de coser o pintar una cruz en sus ropas (de ahí la expresión «tomar la cruz», que indicaba a aquellas personas que partían para participar en las cruzadas).
El término «cruzado» no empezó a usarse ampliamente hasta el siglo XV, pues anteriormente se consideraba a estos caballeros como peregrinos armados.