El desarrollo desde abajo o desarrollo de de abajo hacia arriba surge en contraposición con la corriente dominante establecida en el paradigma de desarrollo de arriba-abajo en la cual las políticas son diseñadas por técnicos y burócratas en oficinas ministeriales, con base a planteos teóricos e información secundaria, pero sin un involucramiento real con las problemáticas propias del terreno en el cual han de ser ejecutadas.[1]
De abajo-arriba propone iniciar el desarrollo desde los sujetos, con sus iniciativas y sus culturas para que las mayorías tengan acceso a los conocimientos, las técnicas y los medios y así contribuir con el desarrollo económico, social, informacional, y territorial. «Se trata de cambiar la dirección de las decisiones y de las prioridades, a favor de las regiones y espacios internos dentro de un país determinado y que exigen grados sustanciales de autonomía».[2]