El desplazamiento forzado en Colombia, -delito de lesa humanidad-.[1] Se ha caracterizado por desplazamientos forzados de comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes, a causa del conflicto armado interno, la violencia de las bandas criminales y el narcotráfico. Según cifras de ACNUR, en 2017 Colombia fue el primer país con mayor cantidad de desplazados internos de las cuales 2 millones fueron desplazados internos.[2] El desplazamiento forzado es un fenómeno masivo, sistemático, de larga duración y vinculado en gran medida al control de territorios estratégicos. Más allá de la confrontación entre actores armados, existen intereses económicos y políticos que presionan el desalojo de la población civil de sus tierras y territorios.[3]