Ducado de Fernandina | ||
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Primera creación | ||
Primer titular | Giovanni Granai Castriota | |
Concesión |
Fernando II de Aragón 20 de abril de 1505 | |
Linajes | • Casa de Castriota | |
Segunda creación | ||
Primer titular | García de Toledo Osorio | |
Concesión |
Felipe II de España 24 de diciembre de 1569 | |
Linajes |
• Casa de Toledo (Casa de Villafranca, línea menor de la Casa de Alba) • González de Gregorio (línea menor de la Casa de Puebla de Valverde) | |
Actual titular | Alonso Enrique González de Gregorio y Viñamata | |
El ducado de Fernandina (del italiano: ducato di Ferrandina) es un título nobiliario originalmente napolitano y posteriormente hispano, con base territorial en la ciudad de Fernandina, en la región de Basilicata, sobre la que los duques ejercieron un dominio señorial hasta la abolición del feudalismo en el Reino de Nápoles, iniciada en 1806. En la actualidad, destaca por ser uno de los pocos ducados reconocidos por el Reino de España que no gozan de grandeza de España.
Primeramente, el rey Fernando el Católico lo concedió en 1505 a Giovanni Granai Castriota, II conde de Copertino y sobrino del célebre condotiero albanés Jorge Castriota, llamado Skanderberg. Cuando su hija la duquesa María murió sin descendientes en 1548, Fernandina se reincorporó a la corona napolitana, a pesar de las pretensiones sucesorias de su viudo y primo, Antonio Granai Castriota.
En 1569, el rey Felipe II de España volvió a erigir Fernandina en ducado a favor de García de Toledo Osorio,[1] uno de los principales caudillos navales de su tiempo, virrey de Cataluña y de Sicilia, que ostentó el mando supremo de la flota del Mar Mediterráneo como capitán general del Mar, entre 1564 y 1568.[2] La concesión de este feudo napolitano vino a saldar las deudas que con él tenía la Corona por salarios atrasados y diversos adelantos, además de premiar sus hazañas bélicas, en particular la conquista del Peñón de Vélez de la Gomera y el socorro al Sitio de Malta, isla que fue asediada por el Imperio Otomano en su vano intento de conquistarla, en 1565. García era el segundo hijo del virrey de Nápoles, Pedro de Toledo y de María Osorio Pimentel, II marquesa de Villafranca, y a la muerte de su hermano mayor Fadrique, pocos meses después de recibir Fernandina, se convirtió en IV marqués de Villafranca.
El ducado pasó entonces a ser el título de los primogénitos de la casa de Villafranca, que se titularon duques de Fernandina mientras fuesen herederos del marquesado. Esta costumbre pervivió hasta la segunda mitad del siglo XIX, cuando los marqueses empezaron a utilizar con preferencia el título de duque de Medina Sidonia que habían heredado, y sus primogénitos el de conde de Niebla, propio de esta Casa.
Sucedido hasta entonces de manera regular, el XIII marqués de Villafranca no cumplió con los nuevos trámites de sucesión nobiliaria introducidos por la reforma tributaria de 1845, y el título quedó vacante en España. Sí se le reconoció en el reino de las Dos Sicilias, el Estado en que entonces radicaba Fernandina, y posteriormente, tras su unificación, en el reino de Italia. Así, en 1894 el ministerio del Interior italiano reconoció oficialmente al XVIII duque de Medina Sidonia el título de duque de Fernandina, que ostentaron sus sucesores hasta la entrada en vigencia de la Constitución italiana (punto XIV de sus Disposciones Transitorias), el 1 de enero de 1948.[3]
Quedó por tanto el ducado sin reconocimiento legal en ambos países, hasta que en 1993 el rey Juan Carlos I de España lo rehabilitó en la persona de Pilar González de Gregorio, hija de la Luisa Isabel Álvarez de Toledo, XXI duquesa de Medina Sidonia, y a quien habían cedido sus derechos su madre y hermanos.[4][5] Pilar lo ostentó hasta 2012, cuando le fue revocada la rehabilitación debido a una reclamación judicial de su sobrino Alonso González de Gregorio.[6] Este, no obstante, no logró obtener el título para sí mismo por no cumplir los requisitos de la ley de rehabilitaciones de 1988, de modo que el ducado quedó aparentemente extinguido en 2014.[7][8]
Sin embargo, en 2017, Alonso González de Gregorio y Viñamata solicitó la rehabilitación del título y, con el informe favorable del Consejo de Estado, el rey Felipe VI decidió concederla, lo que se publicó el 28 de julio de 2020.[9]