Ducado de Saboya

Ducado de Saboya
Ducatus Sabaudiae
Duché de Savoie
Ducato di Savoia
Estado Imperial del Sacro Imperio Romano Germánico
(hasta 1792)
Estado núcleo del Reino de Cerdeña
1416-1792
1814-1860





Estados del duque de Saboya hacia 1700;
Saboya propiamente dicha está en el noroeste.
Capital Chambery (1416-1562)
Turín (1562-1792, 1814-1860)
Entidad Estado Imperial del Sacro Imperio Romano Germánico
(hasta 1792)
Estado núcleo del Reino de Cerdeña
Idioma oficial Latín, arpitan, francés, piamontés e italiano
Religión Católica
Historia  
 • 1416 El Condado de Saboya es elevado a ducado
 • 1536-1559, 1630,
1690-1696, 1703-1713
Ocupación francésa
 • 11 de abril
de 1713
Adquisición de Sicilia y partes de Milán en el Tratado de Utrecht
 • 1720 Adquisición del Reino de Cerdeña a cambio de Sicilia.
 • 1792-1814 Anexión por la Francia revolucionaria
 • 1860 Tratado de Turín
Forma de gobierno Monarquía absoluta
Duque
1391-1440
1675-1732

Amadeo VIII (primero)
Víctor Amadeo II (último)
Precedido por
Sucedido por
Condado de Saboya
Reino de Cerdeña (1720-1861)

El Ducado de Saboya (en latín: ducatus Sabaudiae; en francés: duché de Savoie; en italiano: ducato di Savoia) fue una entidad territorial que existió desde 1416 hasta 1847 y fue posesión de la Casa de Saboya. Nació el 19 de febrero de 1416 a partir de la elevación por el emperador Segismundo al rango ducal del condado de Saboya —un estado gobernado por la casa de Saboya que formaba parte del Sacro Imperio Romano Germánico en la provincia de la Alta Renania, rodeado por los ducados de Milán y de Borgoña y por el Delfinado francés—, con Amadeo VIII como su primer duque. Su territorio incluía los actuales departamentos franceses de Saboya, Alta Saboya y los Alpes Marítimos (Condado de Niza), numerosas posesiones italianas en el Valle de Aosta, gran parte del Piamonte y el condado de Ginebra en Suiza, que luego se perdió ante la Antigua Confederación Suiza.[1]​ En 1418, el duque de Saboya heredó la provincia italiana del Piamonte. En el campo legislativo, los Estatutos de Saboya de 1430 pusieron orden en la inextricable red de los usos y costumbres locales. Fue el apogeo de los Estados de Saboya (esto es, el conjunto de los estados gobernados por los condes y duques de Saboya desde la Edad Media hasta la formación del Reino de Italia). A horcajadas en los Alpes, Saboya quedaba dentro de dos esferas de influencia que competían entre sí, la francesa y la de Italia meridional. Entre las monarquías francesa, germánica, española o austríaca, los soberanos saboyanos por sus alianzas se harán imprescindibles en Europa: durante las interminables guerras entre Francia y España sobre el control del norte de Italia, Saboya será importante para Francia porque proporcionaba acceso a Italia[2]​ e importante para España porque servía como estado colchón entre Francia y los territorios españoles en Italia.[2]

El final del reinado de Amadeo VIII en 1440 abrió un período de decadencia que durará al menos hasta 1630. Esa decadencia se debió en gran parte a la imposibilidad del ducado de mantenerse al margen de los conflictos entre las principales potencias europeas. En 1475, durante la Guerra de Borgoña, el ducado, aliado de Carlos el Temerario, perdió varias de sus posesiones. Berna y Friburgo, con el apoyo de Lucerna, conquistaron el País de Vaud. El 16 de agosto de 1476, después de las derrotas del duque de Borgoña en Grandson y Morat, la Confederación restituyó la mayor parte del territorio al Ducado de Saboya (excepto el gobierno de Aigle) contra la suma de 50 000 florines.[3]​ En noviembre, tras su derrota en la batalla de La Planta que lo enfrentó a los valaisanos y a sus aliados confederados, el ducado perdió el control del Bajo Valais y del Gran San Bernardo,[3]​ el principal puerto de montaña hacia el Mediterráneo.

Incluso cuando la paz se estableció de forma duradera, Saboya siguió siendo un país pobre, con pocas ciudades y pequeñas,[2]​ donde la mayoría de la población campesina vivía a menudo en condiciones precarias[2]​ A partir del siglo XVI, la emigración dirigida hacia el sur de Alemania y hacia Lyon se convirtió en una tradición. La identidad del pueblo siguió siendo muy fuerte y se basaba en particular en la escala relativamente grande de los bienes comunales.

En 1536 el ducado fue ocupado por Francisco I de Francia, la primera de una de las cinco ocupaciones francesas —1536-1553, 1600-1601, 1630-1631, 1690-1696 y 1703-1713—, una época en la que mantuvo su «independencia formal» pero en el que se reorientó su política interna, concediéndole un parlamento en la ciudad de Chambéry. Los berneses y los friburgueses conquistaron nuevamente el Pays de Vaud y ocuparon el Chablais occidental (bailliages de Thonon, de Gex y de Ternier-Gaillard, restituidos por el tratado de Lausana[4]​) y el Chablais oriental fue ocupado por los valaisanos (desde Saint-Maurice a Évian) entre 1536 y 1569). Con el Tratado de Thonon, Emmanuel-Philibert y el Valais renovaron su alianza de defensa mutua, y los gobiernos de Evian y del valle de Aulps fueron devueltos a Saboya (mientras que el Valais mantuvo el antiguo Chablais, es decir, la margen izquierda del Ródano aguas abajo de Massongex, hasta Saint-Gingolph).[5]

En 1559 la ocupación acabó y el parlamento se convirtió en el senado estatal. En 1561, Manuel Filiberto de Saboya (r. 1553-1580) promulgó el Edicto de Rivoli del 22 de septiembre de 1561 reemplazando el uso del latín en la redacción de actos públicos, por el francés en Saboya y en el Valle de Aosta, y por el italiano en el Piamonte y en el condado de Niza. En 1563 se produjo el traslado oficial de la capital a Turín —que era menos vulnerable a la interferencia francesa.[6]​— a expensas de Chambéry (traslado de facto desde 1536), de modo que el centro de gravedad del ducado se desplazó cada vez más hacia el lado italiano. La fusión entre Saboya y Piamonte nunca se producirá realmente, probablemente más por razones culturales que geográficas: La región de la Saboya propia pertenecía al área francesa mientras que el Piamonte era italiano.

Cuando una parte de Europa fue conquistada por la Reforma protestante, Saboya siguió siendo predominantemente católica, incluso cuando en el momento de su ocupación por los berneses, entre 1536 y 1569, el Chablais había virado por un momento hacia otro campo. La Contrarreforma estuvo simbolizada por Francisco de Sales, antiguo abogado y brillante intelectual convertido en obispo que se comprometió a reconquistar el Chablais.

En 1601, después de otro conflicto de trece años con Francia, Carlos Manuel I de Saboya se vio obligado a ceder muchas de sus posesiones al oeste de los Alpes: los territorios de Bresse, Bugey, Valromey y Pays de Gex a Enrique IV, a cambio del marquesado de Saluzzo ocupado por Saboya en 1588,[7]​ según lo acordado en el tratado de Lyon que puso fin a la guerra franco-saboyana (1600-1601).

En 1630 se produjo una ocupación francesa más, que obligó a los duques de Saboya a ceder la fortaleza de Pinerolo mediante la firma del Tratado de Cherasco de 1631, aunque recibieron en compensación Trino y Alba. Rechazada una alianza con Francia, el ducado fue ocupado nuevamente entre 1690 y 1696 cuando se firmó el Tratado de Turín, así como entre 1703 y 1706, cuando las tropas francesas fueron derrotadas en el sitio de Turín. En 1708 recibió el Monferrato y partes del ducado de Milán (Alessandria, Valenza, la valsesia y las Langhe).[8]

Al finalizar la Guerra de Sucesión Española, con la firma del Tratado de Utrecht en 1713, el Ducado recuperó sus posesiones originales y recibió el reino de Sicilia, por lo que en 1713 Víctor Amadeo II de Saboya fue nombrado rey de Sicilia, aunque el reino fue ocupado por España entre 1718 y 1720. En 1720, después de la guerra de la Cuádruple Alianza, el duque, debido a la presión internacional, cedió el reino de Sicilia al Imperio austríaco a cambio del reino de Cerdeña. Se creó a partir de aquel momento el nuevo Reino de Piamonte-Cerdeña, del que Turín siguió siendo capital. A partir de ese momento, los Estados de Saboya también se llamarán Reino de Cerdeña o «reino sardo». Víctor Amadeo II, que perteneció a la generación de los déspotas ilustrados, administró sus estados con solidez e implementó una serie de reformas, algunas de las cuales se adelantaron a su tiempo, como el mapa de Cerdeña, un catastro a escala 1:2400, destinado a mejorar la recaudación de impuestos. Su sucesor, Víctor Amadeo III de Cerdeña permitió a las comunidades de Saboya recomprar parte de los derechos señoriales, lo que generó cierto resentimiento de la nobleza.

El ducado de Saboya siguió existiendo formalmente, bajo la corona del rey de Cerdeña, hasta la «fusión perfecta» de 1847, con la integración de todos los estados en el nuevo reino de Cerdeña, que en 1861, se convertirá en el reino de Italia).

  1. «formazione del ducato dei Savoia». digilander.libero.it. Consultado el 22 de julio de 2022. 
  2. a b c d Henry S. Lucas, The Renaissance and the Reformation (Harper & Bros. Publishers: Nueva York, 1960) p. 42.
  3. a b «Guerres de Bourgogne : conséquences des guerres». Diccionario histórico de Suiza (en alemán, francés o italiano). 
  4. «Lausanne, traité de». Diccionario histórico de Suiza (en alemán, francés o italiano). 
  5. «Thonon, traité de». Diccionario histórico de Suiza (en alemán, francés o italiano). 
  6. Robert Katz, The Fall of the House of Savoy (The MacMillan Company: Nueva York, 1971) p. 18.
  7. Feros, Antonio (2002). El Duque de Lerma: realeza y privanza en la España de Felipe III. Marcial Pons Historia. ISBN 978-84-95379-39-9. Consultado el 24 de noviembre de 2022. 
  8. «Valenza». lugaresquever.com. Consultado el 7 de febrero de 2022.