Empedrado (pavimento)

Camino empedrado en una zona rural.

Se llama empedrado al pavimento hecho de piedras. El empedrado, tanto para los caminos como para las calles, puede ser de mármol, de piedras silíceas más o menos voluminosas y labradas o no, de guijo o guijarros, de escombros o cascajo, de ladrillo, como era el empedrado de Venecia, de lava, material de que se sirvieron los romanos para empedrar sus caminos y que se siguió empleando en Nápoles y en Florencia, etc.

Las calles de las poblaciones pueden estar bien y sólidamente empedradas con acera embaldosada o enlosada, longitudinal y transversal en los puntos donde fuere necesario así para la comodidad de los habitantes como para facilidad de la limpieza. El empedrado y el asfaltado después opone un obstáculo a las reacciones recíprocas de la atmósfera y del suelo. Constituye la condición primera de la limpieza de las calles las cuales, sin ella, presentarían una superficie pantanosa. Facilita la limpieza de las calles y plazas, el escurrimiento de las aguas, etc.[1]

Calle italiana empedrada en Isola Bella. Los empedrados tales como este están diseñados para que los caballos tengan un buen agarre.
  1. Brunel, Adolfo (1862). Consideraciones sobre higiene y observaciones relativas a la de Montevideo. Imprenta de "La reforma pacífica". p. 58-61. Consultado el 1 de junio de 2018.