Beato Enrique Ángel Angelelli | ||
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Obispo de La Rioja | ||
24 de agosto de 1968-4 de agosto de 1976 | ||
Predecesor | Horacio Gómez Dávila | |
Sucesor | Bernardo Witte | |
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Obispo auxiliar de Córdoba | ||
1961- 24 de agosto de 1968 | ||
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Obispo y Padre conciliar en el Concilio Vaticano II | ||
Otros títulos | Obispo | |
Información religiosa | ||
Ordenación sacerdotal | 9 de octubre de 1949 | |
Ordenación episcopal |
12 de marzo de 1961 por Ramón José Castellano | |
Culto público | ||
Beatificación | 27 de abril de 2019 por el Papa Francisco | |
Canonización | En trámite | |
Festividad | 17 de julio[1] | |
Venerado en | Iglesia católica | |
Información personal | ||
Nacimiento |
18 de julio de 1923 en Córdoba, Argentina | |
Fallecimiento |
4 de agosto de 1976 (53 años) La Rioja, Argentina | |
Profesión | Sacerdote católico y teólogo | |
Alma máter | Pontificio Colegio Pío Latino Americano de Roma y Pontificia Universidad Gregoriana | |
Para que todos sean uno
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Enrique Ángel Angelelli Carletti (Córdoba, 18 de julio de 1923 -[2] La Rioja, 4 de agosto de 1976)[3][n. 1] fue un obispo católico argentino, asesinado por la última dictadura cívico-militar argentina y declarado por esas mismas circunstancias mártir y beato por el papa Francisco.[4][4]
Fue padre conciliar en el Concilio Vaticano II, durante el cual apoyó públicamente las posiciones renovadoras. Fue designado obispo de la diócesis de La Rioja (Dioecesis Rioiensis) el 3 de julio de 1968.[2] La diócesis incrementó significativamente el número de sus sacerdotes y de parroquias durante su ministerio episcopal.[5] Caracterizado por su fuerte compromiso social, Angelelli formó parte del grupo de obispos que se enfrentó a la dictadura militar iniciada en la Argentina en 1976, autodenominada Proceso de Reorganización Nacional. De su muerte, acaecida en ese mismo año y presentada por las autoridades militares como accidente automovilístico, se sospechó que se trataba de un asesinato encubierto hasta que los hechos fueron judicialmente investigados y el 4 de julio de 2014, transcurridos casi 38 años, la justicia determinó que se había tratado de un homicidio condenando a cadena perpetua por el hecho a Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella.
La Iglesia católica anunció su reconocimiento oficial de que la muerte de Enrique Angelelli, como también la de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, y la del laico católico Wenceslao Pedernera, tuvo el carácter de «martirio en odio de la fe»,[6] lo que ameritaba su beatificación.[7][8] El 27 de abril de 2019 él y los demás mártires fueron beatificados por el Papa Francisco.[9]
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