El estado de emergencia o de excepción es uno de los regímenes de excepción que puede dictar el gobierno de un país en situaciones excepcionales. Este estado de emergencia se dicta, generalmente, en caso de perturbación de la paz o del orden interno de un Estado, ya sea a consecuencia de catástrofes, brotes de enfermedades contagiosas, graves circunstancias políticas o civiles que afectan e impiden la vida normal de una comunidad, región o país.
Durante este llamado régimen de excepción, el gobierno hace la función de hacer una de reserva de el poder de restringir o suspender el ejercicio de algunos derechos ciudadanos en virtud de la defensa o seguridad nacional. Los derechos restringidos pueden ser los relativos a la libertad y seguridad personales, la inviolabilidad de domicilio y la libertad de reunión y de tránsito; en los sistemas democráticos, la Constitución prevé un papel del Parlamento en su convocatoria y en su conclusión.[1] Durante ese estado las fuerzas armadas de un país pueden asumir el control de orden interno.
En Biopolítica el estado de excepción está fuertemente vinculado al término nuda vida, que es muy estudiado por Giorgio Agamben, este hace referencia a la vida que cualquiera puede dar muerte. La excepción marca a los enemigos del estado que al mismo tiempo representan una amenaza social, convirtiéndolos en sujetos de la nuda vida, es decir que pueden ser perseguidos, capturados y violentados porque están excluidos de las norma general.[2]