El término Estado laico se utiliza para denominar al Estado, nación o país que ha adoptado el laicismo y funciona de manera independiente de cualquier organización o confesión religiosa o de toda religión, a diferencia de los Estados confesionales,[1] y en el cual las autoridades políticas no se adhieren públicamente a ninguna religión determinada y en el cual las creencias religiosas no influyen sobre la política nacional.[2][3] El Estado laico se diferencia del Estado ateo en que este último promueve activamente el anticlericalismo.[4]
En un sentido estricto, la condición de Estado laico supone la nula injerencia de cualquier organización o confesión religiosa en el gobierno de un país, ya sea el poder legislativo, el ejecutivo o el judicial. En un sentido laxo un Estado laico es aquel que es neutral en materia de religión por lo que no ejerce apoyo ni oposición explícita o implícita a ninguna organización o confesión religiosa.
En la actualidad, de los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas, aproximadamente 160 son estados laicos. Son a nivel nacional como también regional, como el caso del Reino Unido, donde algunos de sus países constituyentes y dependencias no tienen una confesión religiosa oficial o en el caso Dinamarca, las Islas Feroe que es una región autónoma dependiente del Reino de Dinamarca, a diferencia de su metrópoli que es un Estado confesional, esta no cuenta tampoco con una religión oficial como lo cuenta también la otra región autónoma de Groenlandia.