Europa fue ocupada por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Gran parte de Europa cayó bajo el control directo o indirecto de las Fuerzas alemanas, y aunque algunos países se aliaron con el Reich, otros muchos fueron ocupados o conquistados durante las primeras fases del conflicto, como parte de la política expansionista del nacionalsocialismo encabezado por Adolf Hitler.
Muchos de estos países iniciaron la guerra como Aliados del Reino Unido o de la Unión Soviética, pero se vieron obligados a rendirse o fueron sometidos y posteriormente ocupados por la Wehrmacht. Otros países ocupados por los nazis se habían declarado oficialmente neutrales. A medida que la guerra fue avanzando y desaparecía la posibilidad de una victoria alemana, algunos miembros de las Potencias del Eje intentaron buscar la paz con las potencias aliadas y por ello fueron ocupados por el Ejército alemán. A partir de 1943 los países aliados (especialmente la Unión Soviética, desde el Frente oriental) comenzaron a avanzar sobre la Alemania nazi y a liberar las zonas ocupadas por los alemanes.