Exorcismo

San Francisco de Asís practica un exorcismo contra los diablos de Arezzo; fresco de Giotto.

En la creencia religiosa, el exorcismo (en griego antiguo, ἐξορκισμός; romanización, exorkismos; literalmente ‘obligar mediante juramento, conjurar’)[1][2]​ es la práctica religiosa o espiritual realizada contra una fuerza maligna, utilizando diversos métodos cuyo fin es expulsar, sacar o apartar a dicho ente de la persona, objeto o área que se encuentra poseída por la entidad maligna (ver, como ejemplo, posesión demoníaca) quien somete y controla al poseído.[3]​ Estos entes, dependiendo de las creencias de los implicados, pueden ser demonios, espíritus, brujos, etc. El objeto de la posesión puede ser una persona o animal, objetos e incluso lugares como pueblos o casas (poltergeist).

Puesto que la cabeza controla todo el cuerpo, el demonio se instala en el cerebro. En este caso, se habla de posesión total porque gobierna a toda la persona. Si, por el contrario, obra en otra parte del cuerpo, por ejemplo, en el estómago, se habla de posesión parcial.
Cipriano de Meo[4]

Los exorcismos pertenecen a la gama de actos apotropaicos que han sido comunes desde la antigüedad. El exorcista suele utilizar fórmulas de exorcismo con encantamientos para entrar en contacto con el supuesto demonio y finalmente persuadirlo de que abandone el cuerpo, con o sin abrir el pecho.

  1. Real Academia Española. «exorcismo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 15 de enero de 2015. 
  2. Vergilius Ferm, ed. (1945). «Exorcismo». An Encyclopedia of Religion. New York: Philosophical Library. p. 268.  En Questia (suscripción requerida)
  3. «Qué es un exorcismo». http://www.exorcistas.com/. 7 de junio de 2006. 
  4. Cipriano de Meo/Patrizia Cattaneo: Cómo defenderse del Diablo: Coloquios con el padre Cipriano de Meo. Traducción: Justiniano Beltrán. Editorial San Pablo, 2016; pág. 159.