Un fusil de cerrojo es una arma ligera que se carga manualmente mediante el accionamiento de una palanca del cerrojo del fusil o carabina. Recibió este nombre por su similitud con el cerrojo utilizado en las puertas de las casas.[1]
Para cargar el arma, se abre el cerrojo, se introduce la munición y se vuelve a cerrar el cerrojo. Una vez disparada el arma, se vuelve a abrir el cerrojo y automáticamente es expulsado el casquillo.
Aunque en el siglo XXI, el fusil de cerrojo ha sido generalmente sustituido por los fusiles semiautomáticos y el fusil de asalto, sigue siendo preferido para las armas de precisión,[2] como el fusil de francotirador y las usadas en el tiro deportivo y la caza debido a que son comparativamente más fáciles de producir, desarmar y rearmar.
El mecanismo también se encuentra en algunas escopetas y en pistolas de tiro deportivo.