Gea

Gea, por Anselm Feuerbach (1875). Fresco del techo de la Academia de Bellas Artes de Viena.

Gea[1]​ (del latín Gæa)[2]​ o Gaya[3]​ alternativamente Gaia[4]​ en griego antiguo, Γαῖα[5]; romanización, Gaĩa; pronunciación, clásica: [ɡá͜ɪ̀a] Koiné: [ɟˈɛːa] bizantina: [ʝˈea] de Ge en griego antiguo, Γῆ[5]; romanización, Gễ; literalmente ‘Tierra’ es la diosa primigenia que personifica la Tierra en la mitología griega. Es una deidad primordial y ctónica en el antiguo panteón griego, considerada la Madre Tierra, de lo que la referencia más antigua es el griego micénico ma-ka, escrito en alfabeto silábico lineal B.[6]​ Otros estudiosos creen que debe imponerse la grafía Tierra en vez de Gea o Gaia.[7]

En los textos cosmogónicos, como era de esperar, tiene una mayor influencia, y en ellos parece ser simplemente la divinización de la tierra elemental o el suelo fértil, la plataforma fija o el escenario donde va a sucederse el acto de la creación: «Gea la de amplio pecho, sede siempre segura de todos los inmortales que habitan la nevada cumbre del Olimpo».[8]

Su equivalente en el panteón romano era Terra (Tierra) o bien Tellus o Telus (Tellus Mater); y de ahí el vocablo «telúrico». Los romanos, a diferencia de los griegos, no distinguían sistemáticamente a la diosa primordial de la Tierra con la diosa propiamente del grano, Ceres.[9]

La Tierra es la progenitora fecunda y antepasada común de todos los dioses, hombres y seres vivos. Su carácter de «madre universal» (παμμήτειρα), «madre de todos» (communis mater) o «gran madre» (magna parens) viene expresado en sus numerosos epítetos.[10]

«Voy a cantar a la Tierra, madre universal, de sólidos cimientos, la más augusta, que nutre en su suelo todo cuanto existe. Cuanto camina por la divina tierra o por el ponto, o cuanto vuela, se nutre de tu exuberancia. Por ti se vuelven prolíficos y fructíferos, soberana, de ti depende dar la vida o quitársela a los hombres mortales».[11]

En algunas fuentes Gea tienen otras denominaciomes, especialmente en cuanto a su descendencia, como Ctonia (Χθών, Chthón, la «Tierra», refiriéndose más concretamente a su relación con el suelo y el subsuelo),[12]Titea (como consorte de Curete; «titán» sería entonces un matronímico)[13]​ o incluso Tártara (consorte de Tártaro).[14]​ Como Ctonia (que suele ser traducido como «Tierra»), por ejemplo se la imagina como la progenitora de bestias de naturaleza monstruosa: «esta tierra de monstruos mortales para el hombre, que la Tierra vomitó contaminada».[15]​ También es conocida como Pandora, esto es, «todos los dones», pues provee de todo lo necesario para que el hombre viva de lo que produce la tierra.[16]

  1. Término como Gea:
  2. Real Academia Española. «gea». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 9 de abril de 2012. 
  3. Término como Gaya:
  4. Término como Gaia:
  5. a b «Gaia» como forma poética de «Gea»:
    • AUTENRIETH, Georg. «γαῖα (Gaia) Γῆ (Ge)». A Homeric Dictionary (en inglés). Consultado el 9 de abril de 2012. 
      • AUTENRIETH, Georg: Diccionario homérico para escuelas e institutos (A Homeric Dictionary for Schools and Colleges). Harper and Brothers. Nueva York. 1891.
      • Texto inglés, con índice electrónico, en el sitio del Proyecto Perseus.
        • Georg Autenrieth (1833 - 1900): filólogo alemán.
          • El título original alemán de la obra es Wörterbuch zu den Homerischen Gedichten (Diccionario de los poemas homéricos), y fue publicada en 1873; la 9ª ed. es de 1902. La traducción inglesa se publicó por primera vez en 1880.
        • Harper and Brothers: después, HarperCollins.
    • WOODHOUSE, S. C. «γαῖα (Gaia) Γῆ (Ge)». English-Greek Dictionary. A Vocabulary of the Attic Language (en inglés). Consultado el 7 de abril de 2012. 
    • Véase "Griego ático".
  6. «ma-ka». Palaeolexicon (en inglés). Consultado el 27 de febrero de 2011. 
  7. Manuel F. Galiano, La transcripción castellana de los nombres propios griegos (apartado 283); segunda edición; Sociedad española de estudios clásicos (1969): «Problema difícil es el de si no se hará necesario traducir, en vez de transcribir los nombres de diversos seres mitológico más o menos ligados con determinados actos y cualidades abstractas u objetos o sustancias determinadas (...); pero deben imponerse, por el contrario Tierra (en vez de Gea o Gaia)».
  8. Teogonía, 116
  9. «Ceres». Encyclopædia Britannica (en inglés). Consultado el 27 de febrero de 2011. 
  10. Antonio Ruiz de Elvira, Mitología clásica (editorial Gredos; pág. 61)
  11. Himno homérico XXX, a la Tierra madre de todos
  12. Por ejemplo, en Eurípides: Helena, 168, donde se dice que Ctonia es madre de las sirenas. O en Dionisíacas XXV 485-493 donde se nos dice que Damasén nació de Ctonia.
  13. Diodoro Sículo: Biblioteca histórica V 66, 1
  14. Así en Higino: Fábulas (proemio) donde dice que «Tártaro engendró con Tártara a Tifón, una criatura de inmenso tamaño y terrible forma, que poseía cientos de cabezas de dragón que le emergían de sus hombros».
  15. Esquilo, Las suplicantes 260 ss
  16. Escolio a Aristófanes, Las aves, 971. Aristófanes dice «en primer lugar sacrifíquese un carnero blanco a Pandora» y el escolio anota que se refiere a la tierra, pues proporciona todos los dones relativos a la existencia.