La Gran Hambruna (en inglés: Great Famine o Great Hunger; en irlandés: An Gorta Mór o An Drochshaol) fue un período de inanición, enfermedad y emigraciones masivas en Irlanda entre 1845 y 1849. A veces se la conoce, en su mayoría fuera de Irlanda, como la hambruna de la patata o la hambruna irlandesa de la patata (en inglés: Irish Potato Famine), porque aproximadamente dos quintas partes de la población dependía exclusivamente de esta cosecha barata por una serie de razones históricas.[1][2] Durante la hambruna, alrededor de un millón de personas murieron y un millón más emigró de Irlanda,[3] causando que la población de la isla cayera entre un 20 % y un 25 %.[4]
La causa inmediata de la hambruna fue la enfermedad de la patata,[5] que arrasó los cultivos de patata en toda Europa durante la década de 1840. Sin embargo, el impacto en Irlanda fue desproporcionado, ya que un tercio de la población dependía de la patata por una serie de motivos étnicos, religiosos, políticos, sociales y económicos, como la adquisición de tierras, los propietarios ausentes y las Leyes de los cereales; todo contribuyó al desastre en diversos grados y los factores causantes del suceso siguen siendo objeto de intenso debate histórico.
La hambruna fue un hito en la historia de Irlanda,[6] que entonces era parte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda. La hambruna y sus efectos cambiaron permanentemente el panorama demográfico, político y cultural de la isla. Tanto para los nativos irlandeses como para aquellos en la diáspora resultante, la hambruna entró en la memoria popular y se convirtió en un punto de reunión para los movimientos nacionalistas irlandeses. Las relaciones, ya tensas entre muchos irlandeses y la Corona británica, se agriaron aún más, aumentando las tensiones étnicas y sectarias, y el impulso del nacionalismo y el republicanismo irlandeses en Irlanda y entre los emigrantes irlandeses en los Estados Unidos y en otros lugares.