Guerra a muerte (Chile)

Guerra a muerte
Parte de la guerra de la Independencia de Chile

El malón (1834) por Mauricio Rugendas (1804–1858), obra inspirada en el rapto de Trinidad Salcedo durante el asalto de 1826 a la hacienda «El Astillero», ubicada en la precordillera de Pelarco; siendo esta una escena típica de la guerra a muerte.
Fecha 1819-1824, extendido a 1827 o 1832
Lugar La Frontera, la Araucanía y el sur del valle central (actual Chile), y la cuenca neuquina (actual Argentina)
Resultado Victoria patriota
Consecuencias
  • Ocupación chilena definitiva de los pueblos y fuertes ubicados en toda La Frontera
  • Acuerdos de paz entre Chile y las parcialidades mapuche
  • Persistencia del bandidaje rural en la zona centro sur de Chile
Beligerantes
Patriotas:

Mapuche:[1]
(parcialidades)

Realistas:

Mapuche:[1]
(parcialidades)

Comandantes
Ramón Freire
Joaquín Prieto
Pedro A. del Alcázar Ejecutado
Pedro N. Victoriano
Juan de Dios Rivera
Pedro R. Arriagada
Manuel Bulnes
José M. Borgoño
Pedro Barnechea
Lorenzo Colipí
Venancio Coñoepán
Luis Melipán
Vicente Benavides Ejecutado
Juan M. Pico Ejecutado
Juan A. Ferrebú Ejecutado
José M. Zapata 
Vicente Bocardo Rendición
Miguel Senosiaín Rendición
• Juan A. Pincheira 
• Santos Pincheira 
• Pablo Pincheira Ejecutado
• José A. Pincheira Rendición
Francisco Mariluán Rendición
Juan Mangin Hueno
Curiqueo 
Martín Toriano
Juan Neculmán 
Fuerzas en combate
Ejército de Chile, milicias y guerreros mapuche:
4000 (enero de 1819)[2]
Ejército realista semirregular, montoneras y guerreros mapuche:
2200 (septiembre de 1818)[3]
800 (junio de 1820)[4]
6800 (septiembre de 1820)[5]
2500 (diciembre de 1820)[6]
4000 (octubre de 1821)[7]
1000 (septiembre de 1826)[8]

El término guerra a muerte fue gestado por el historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna en su obra homónima (La Guerra a Muerte, Santiago, 1868), aplicándose de forma generalizada para señalar la última fase de la guerra de emancipación chilena, llevada a cabo en la región centro y sur del país entre 1819 y 1832.

Durante la Segunda campaña al sur de Chile y finalizada esta, los mapuches se vieron envueltos en esta guerra, tomando unos el bando de los republicanos chilenos y otros, la gran mayoría, el bando realista, en gran parte por respeto a los tratados firmados con la Corona Española o bien por conveniencias económicas o políticas. Algunos grupos se desplazaron hacia el actual territorio argentino diseminándose por las pampas y el norte de la Patagonia oriental, entre ellos los boroanos.

Entre los que apoyaron a los republicanos estaba el cacique Venancio Coñoepán (Coihuepán) que regía los lof entre Lumaco y Cholchol, el cacique Lorenzo Colipí y los nagche ("abajinos") en general.

El bando realista contó con el apoyo de los lafkenches cuyos principales caciques eran Huenchukir, Lincopi y Cheuquemilla. Los pehuenches liderados por Martín Toriano, Chuika y Juan Neculmán apoyaron también a los realistas, lo mismo que los grupos del área de Truftruf y los boroanos.

Los wenteche ("arribanos") se alinearon también en este bando encabezados por Mariwán (o Marihuán) cacique del área de Victoria y Mangin Wenu (o Mañil Bueno) y su hijo Quilapán.[9]

El virrey del Perú, Joaquín de la Pezuela encargó al caudillo realista Vicente Benavides de sostener la resistencia armada en las posesiones del sur, aprovechando el apoyo de los grupos indígenas. Benavides controló los territorios fronterizos al sur del río Biobío dividido en tres frentes. Los llanos centrales estaban a cargo de Benavides, el cura Juan Antonio Ferrebú comandó el sector costero y los hermanos Pincheira se dedicaron al área cordillerana.

Después de varios enfrentamientos Benavides fue finalmente derrotado y luego de un intento de escape hacia el Perú es fusilado en 1822, debido a esto le sucedió por poco tiempo Juan Manuel Picó, quien fue emboscado por fuerzas chilenas en 1824, ese mismo año su segundo, Ferrebú fue fusilado.

Desde ese momento solo quedaron unas cuantas montoneras que fueron derrotadas, siendo el último en rendirse y capitular el capitán español Miguel de Senosiáin en 1827. Luego de eso solo quedaron en esas zonas una serie de bandidos comandados principalmente por José Antonio Pincheira y sus hermanos que abandonaron la causa realista y se dedicaron al vandalismo en las zonas cordilleranas del sur de Chile y en las zonas pampeanas de la Argentina. Se mantuvo hasta su derrota en 1832 por tropas chilenas.

  1. a b En busca de la tierra sin mal: mitos de origen y sueños de futuro de los pueblos indios. Memoria del IV encuentro-taller latinoamericano de teología india. Iglesia, pueblos y cultura. N.º 60. Quito: Editorial Abya Yala, 2004, ppp. 186 (nota 4, extraída de Idem. pp. 143-144).
  2. Encina, Francisco Antonio & Leopoldo Castedo (2006). Historia de Chile. Las guerras de Independencia. Tomo IV. Santiago de Chile: Editorial Santiago, pp. 52. ISBN 956-8402-72-1.
  3. Encina & Castedo, 2006: 52. Eran 1500 hombres de las guarniciones de Concepción y Talcahuano más 700 refuerzos traídos desde España por el transporte María Isabel. En agosto la mayor parte de las tropas regulares (sobrevivientes de Maipú) fueron reembarcadas hacia el Perú con Mariano Osorio.
  4. Encina & Castedo, 2006: 53
  5. Toro Dávila, Agustín (1977). Síntesis histórico-militar de Chile. Santiago de Chile: Editorial Universitaria, pp. 165. Eran 1800 regulares, 3000 milicianos y 2000 araucanos.
  6. Encina & Castedo, 2006: 65
  7. Toro Dávila, 1977: 169; Encina & Castedo, 2006: 65
  8. Fradkin, Raúl (2007). ¿Y el pueblo dónde está?: contribuciones para una historia popular de la revolución de independencia en el Río de la Plata?. Buenos Aires: Prometeo Libros Editorial, pp. 248. ISBN 978-987-574-248-2. En septiembre de 1826 la banda de los Pincheira, en número de mil hombres atacó las haciendas de Dolores, Chascomús y Monsalvo robando todo el ganado y rescataron a todos los presos del presidio de Santa Elena.
  9. Cepal Archivado el 28 de septiembre de 2007 en Wayback Machine.