Guerra civil finlandesa | ||||
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Período de entreguerras y la Revolución Rusa Parte de Primera Guerra Mundial y guerra civil rusa | ||||
Jägers finlandeses en Vaasa, al regreso de Alemania. | ||||
Fecha | 27 de enero-15 de mayo de 1918 | |||
Lugar | Finlandia | |||
Resultado |
Victoria blanca. *Rusia se retira militarmente de Finlandia.[1] *Hegemonía alemana hasta diciembre de 1918. Profunda brecha entre los finlandeses, que se cerraría paulatinamente. | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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La guerra civil finlandesa o guerra civil finesa (del 27 de enero al 15 de mayo de 1918) fue parte del caos social y nacionalista ocasionado en Europa en las postrimerías de la Primera Guerra Mundial. De un lado se encontraban las fuerzas socialdemócratas dirigidas por la delegación popular de Finlandia, comúnmente conocidos como «rojos» (punaiset). Del otro lado se encontraban las fuerzas del senado, controladas desde el otoño anterior por los conservadores —quienes pretendían mantener el statu quo; es decir, conservar la independencia y la monarquía constitucional sin parlamentarismo—, popularmente conocidos como «blancos» (valkoiset). Los rojos recibieron la ayuda de la Rusia bolchevique, mientras que los blancos fueron apoyados militarmente por el Segundo Imperio Alemán. Los finlandeses tienen muchos nombres para este conflicto: vapaussota ('guerra de la libertad'), kansalaissota o sisällissota ('guerra civil'), luokkasota ('guerra de clases'), punakapina ('Rebelión roja'), torpparikapina ('Rebelión de los minifundistas'), veljessota ('guerra entre hermanos') e incluso vallankumous ('Revolución'). Los historiadores actuales señalan que todos estos nombres diferentes son igual de válidos, aunque difieren en sus cargas propagandísticas.
Las revoluciones de febrero y octubre de 1917 precipitaron la derrota y total colapso del Imperio ruso, cuya caída repercutió en la ruptura de la sociedad finlandesa. Los socialdemócratas y los conservadores compitieron por el liderazgo del Estado finlandés, que basculó de la izquierda a la derecha en 1917. Ambos grupos colaboraron con las fuerzas políticas correspondientes en Rusia, ahondando en la brecha nacional abierta.[7]
Puesto que Finlandia no disponía de ejército o policía definidos después de marzo de 1917, ambos bandos comenzaron a reclutar sus propios grupos de seguridad, lo que llevó al surgimiento de dos tropas independientes, la Guardia Blanca y la Guardia Roja. Entre los finlandeses se extendió una atmósfera de tensión política y miedo, hasta que en enero de 1918 la espiral de violencia condujo al estallido de la contienda.
Los blancos resultaron victoriosos en la consiguiente guerra, y pasaron desde la esfera de influencia rusa a la alemana. El senado conservador intentó establecer una monarquía finlandesa, con un rey alemán: el príncipe Federico Carlos de Hesse-Kassel, pero, tras la derrota alemana en la Gran Guerra, Finlandia emergió como una república democrática independiente.[8]
La guerra civil sigue siendo el evento más controvertido y emocional en la historia de la Finlandia moderna, y han existido disputas sobre el nombre que debía darse al conflicto.[9] Aproximadamente 37 000 personas murieron durante el conflicto, lo que incluye tanto bajas en el frente como muertes causadas por campañas de terror político y un alto índice de mortandad en los campos de prisioneros. Desarticuló la economía finlandesa y dividió el aparato político y la nación finlandesa durante muchos años. El país se cohesionó lentamente gracias a compromisos por parte de los partidos políticos moderados y concesiones desde la izquierda y la derecha.[10]