Guerra luso-neerlandesa | ||||
---|---|---|---|---|
Parte de guerra de los Ochenta Años | ||||
Áreas en litigio durante la guerra | ||||
Fecha | 1601-1661 | |||
Lugar | Océano Atlántico, Brasil, África occidental y austral, océano Índico, India, Birmania, estrecho de Malaca, Indias orientales, Indochina, golfo Pérsico | |||
Resultado |
| |||
Beligerantes | ||||
| ||||
Comandantes | ||||
| ||||
La guerra luso-neerlandesa (Guerra Luso-Holandesa en portugués; Nederlands-Portugese Oorlog en neerlandés) fue un conflicto armado global acaecido entre 1601 y 1661 en el que las fuerzas navales de las Provincias Unidas de los Países Bajos, en la forma de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales y la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales invadieron las colonias del Imperio portugués en América, África y Asia. Inglaterra apoyó a los neerlandeses en ciertos puntos durante el transcurso de la guerra (si bien en décadas posteriores se volverían fieros rivales), beneficiándose de la rivalidad entre sus dos principales rivales en oriente. A raíz de las mercancías en el centro del conflicto, esta guerra fue a menudo llamada la guerra de las especias.
Por el contexto político y temporal en el que se inició, esta guerra podría considerarse una extensión de la guerra de Flandes librada en los Países Bajos entre España y las Provincias Unidas, puesto que en estas fechas Portugal formaba parte de la Monarquía española en una unión dinástica aeque principaliter,[1] tras la guerra de sucesión portuguesa. Sin embargo el conflicto tuvo poco que ver con las ansias neerlandesas de independencia y de libertad religiosa que originaron la de Flandes; las causas que desencadenaron la guerra luso-neerlandesa fueron las necesidades económicas neerlandesas de recuperar el control del comercio de las especias y las ansias expansionistas de extender un imperio en ultramar a costa de los portugueses; de hecho, las hostilidades continuaron incluso después de la separación de Portugal y de la firma de la paz entre España y las Provincias Unidas de los Países Bajos.
El resultado de la guerra fue la formación de un Imperio neerlandés con fuerte presencia en el lejano oriente y algunas colonias en la costa oriental de Sudamérica y la costa africana. Portugal repelió exitosamente los intentos de ganar el control de Brasil y Angola, mientras que los neerlandeses fueron victoriosos en el Cabo de Buena Esperanza y las Indias Orientales, donde capturaron Malaca, Ceilán y la costa de Malabar, así como las Molucas, si bien los portugueses mantuvieron el control sobre Macao. Las ambiciones inglesas también se beneficiarion enormemente de la larga guerra entre sus dos principales rivales en el lejano oriente (entre finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, Malaca, Ceilán y Malabar se convertirían en posesiones británicas).
El resentimiento portugués hacia España, a la que se consideraba que había dado prioridad a sus provincias de ultramar y descuidado la defensa de las portuguesas, como el miembro más débil de la unión, fue un factor que contribuyó en gran medida a que Portugal se zafara del dominio español en la Guerra de Restauración portuguesa, llevada a cabo simultáneamente con las últimas fases de la guerra con los neerlandeses. Además, los portugueses afirmaban que la unión de su Corona con los españoles había sido una de las razones de los ataques a sus colonias por parte de los neerlandeses.