Se perdieron la mayoría de las 30 000 fuerzas españolas -muertos, desaparecidos, pasados, etcétera- y 35 000 fuerzas indígenas fueron muertas en combate[3]
Las guerras de independencia hispanoamericanas fueron una serie de conflictos armados ocurridos a principios del siglo XIX, entre los años 1809 y 1829, que afectaron a todo el Imperio español[6] y en los cuales se enfrentaron el bando a favor de mantener la integridad de la Monarquía española,[7] que fue derrotado y se conocería más tarde como «realista» o «virreinal», contra el bando a favor de la independencia o secesión de nuevos estados americanos, que triunfó y fue denominado posteriormente «revolucionario» o «patriota».[8] Estos conflictos son considerados también guerras civiles[9][10][11][16] y una combinación de diversos conflictos, tanto locales como globales.[17][18][19]
En 1808, el emperador francés Napoleón Bonaparte en el curso de su estrategia de Bloqueo Continental contra el Reino Unido, secuestra a los reyes españoles, obtiene los derechos sobre la Corona española en las abdicaciones de Bayona (Francia) e impone el Estatuto de Bayona y a su hermano José I como rey de España. Estos sucesos terminan con el Antiguo Régimen y son considerados ilegítimos por los españoles europeos y americanos. El Imperio español, que tras la Guerra de Sucesión Española en el XVIII había pasado de la dinastía de los Austrias a los Borbones, mantuvo su integridad, pero descendió a una potencia global de segundo orden. La abdicación de los Borbones en la dinastía Bonaparte también buscó preservar la integridad del imperio; sin embargo, la España napoleónica fue finalmente derrotada en la Guerra de la Independencia española. La revolución liberal en América y en España contra Bonaparte, apoyadas por el Imperio británico, lleva también al vacío de poder y un enfrentamiento de alcance continental entre los nuevos sujetos soberanos, las cortes de Cádiz y las juntas americanas. Napoleón es derrotado en Europa y en 1814 firma el tratado de Valençay con Fernando VII por el cual este recupera su antiguo derecho al trono de España, restaura el absolutismo y reprime a los liberales españoles, pero no consigue derrotar a los revolucionarios americanos, que reciben el apoyo británico. En 1820, el pronunciamiento liberal de Riego en Cádiz acaba con el soporte militar de la metrópoli y se desmorona la resistencia española en América. Los revolucionarios americanos consiguen sus principales victorias militares, consolidan su independencia y obtienen el reconocimiento del imperio portugués, el Reino Unido y los Estados Unidos. En 1836, una década más tarde de la caída de los últimos bastiones, España renuncia y acuerda a partir de entonces sucesivos tratados de Paz con los nuevos estados independientes.
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↑Historia de la Humanidad. Editorial Larousse. Capítulo: "Los inicios del siglo XIX". Página 31, año 2005, Santiago de Chile.
↑Christon I. Archer (2000). The Wars of Independence in Spanish America. Wilmington: Rowman & Littlefield, pp. 301. ISBN978-0-8420-2469-3. En 1808 Madrid tenía 125 700 hombres acantonados permanentemente desde México al Río de la Plata pero la mayoría eran tropas originarias de las mismas provincias ultramarinas.
En Ibero América —para la época de las Guerras por la Independencia— había menos de 50 000 soldados españoles, de los cuales 20 000 nunca salieron de Cuba. Luego, en el proceso de las guerras por la independencia, nunca participaron más de 30 000 españoles (p. 2).
↑Silvio Arturo Zavala (1971). Revista de historia de América. Números 69-70. Ciudad de México: Instituto Panamericano de Geografía e Historia, pp. 303.
Para el primero, de 1400000 habs. que la futura Colombia tendría en 1809 (entre ellos 78000 negros esclavos), (...) mortaldad que él mismo señala a tal guerra (unos 400 000 muertos para la Gran Colombia, entre ellos, 250 000 venezolanos).
↑Maltby, William S. (2011). Auge y caída del imperio español.
↑"España no podía movilizar los recursos necesarios para mantener su posición como metrópoli de un gran imperio, y, de esta manera, mantener la integridad de la Monarquía Hispana."Manuel Chust Calero (2010). Las independencias iberoamericanas en su laberinto.
↑ abLopez Fernández (2018). Guerras civiles, la independencia de los virreinatos de la monarquía española.
↑Canal, González Calleja (2012). Guerras civiles: Una clave para entender la Europa de los siglos XIX y XX. pp. 26-27. «En una buena parte de América Latina, en palabras de Francois-Xavier Guerra, tuvo lugar en el siglo XIX “une guerre civile longue et destructrice”. Entre la bibliografía disponible: A. Lemppériere, “Revolución, guerra civil”; MD demélas “La notion de guerre civile” “L’invention politique”; FX Guerra “Inventando la Nación”; V.Hebrard, Le Venezuela indépendant; C. Thibau Repúblicas en armas; T. Pérez Vejo, España en el debate.»
↑En el caso de Colombia, Reyes Cárdenas (2009) hace una revisión sobre los enfoques historiográficos sobre la guerra independentista en ese país. Pérez Viejo (2011) dice, en una videoconferencia, que considerarlas como procesos independentistas es un enfoque de la "historiografía positivista, liberal" que dificulta la comprensión histórica. Reconoce que el enfoque predominante a lo largo de los casi dos siglos de independencia hispanoamericana es precisamente ese —"una guerra de independencia de una serie de naciones que se liberan de otra nación que en este caso es la española"— y propone considerarlas como guerras civiles.
↑Victor Andres Belaunde (1967). Estudios sobre el Bolívar de Madariaga.
↑Bernardino Bravo Lira (1986). Historia de las instituciones políticas de Chile e Hispanoamérica.
↑En el caso de Colombia, Reyes Cárdenas (2009) hace una revisión sobre los enfoques historiográficos sobre la guerra independentista en ese país. Pérez Viejo (2011) dice, en una videoconferencia, que considerarlas como procesos independentistas es un enfoque de la "historiografía positivista, liberal" que dificulta la comprensión histórica. Reconoce que el enfoque predominante a lo largo de los casi dos siglos de independencia hispanoamericana es precisamente ese —"una guerra de independencia de una serie de naciones que se liberan de otra nación que en este caso es la española"— y propone considerarlas como guerras civiles.
↑Canal, González Calleja (2012). Guerras civiles: Una clave para entender la Europa de los siglos XIX y XX. p. 26-27.
↑La bibliografía reciente española la llama Guerras Civiles,[9] la tesis central de Madariaga afirma que se trató de una Guerra de Secesión,[12][13] o bien, una combinación de diversas formas de guerras.[14] La historiografía internacional de las dos últimas décadas que sigue la línea de trabajos sobre las revoluciones atlánticas del liberalismo, consideran la guerra de emancipación como una guerra civil. “En una buena parte de América Latina, en palabras de Francois-Xavier Guerra, tuvo lugar en el siglo XIX “une guerre civile longue et destructrice”. Las investigaciones de las dos últimas décadas lo han confirmado. Entre una abundante bibliografía véase: A. Lemppériere, “Revolución, guerra civil”; MD demélas “La notion de guerre civile” “L’invention politique”; FX Guerra “Inventando la Nación”; V.Hebrard, Le Venezuela indépendant; C. Thibau Repúblicas en armas; T. Pérez Vejo, España en el debate.”[15]