Heimdal (Heimdallr en nórdico antiguo, el prefijo heim- significa hogar, casa, mientras que el significado del sufijo -dallr es desconocido) es el dios guardián en la mitología nórdica. Es hijo de Odín y de nueve mujeres gigantes que lo nutrieron con sangre de jabalí. Poseía una vista aguda, un fino oído y podía estar sin dormir varios días. Su percepción era tan extraordinaria que oía crecer la hierba, razón por la cual se le designó guardián de la morada de los dioses, Asgard, y del Bifrost, el arcoíris que hace de puente hasta ella.
Según la mitología nórdica, con un cuerno llamado Gjallarhorn, que le regaló Odín, anunciará el combate entre dioses y gigantes, después del cual sobrevendrá el fin del mundo, el Ragnarök. Heimdal intervendrá en la lucha, en la que morirá junto a Loki. Aunque será símbolo del Poder porque será el último dios en caer en el Ragnarök. Una tradición nórdica dice que descendió a la tierra y engendró en tres mujeres los tres linajes (castas): príncipes, súbditos y siervos en que se dividía la sociedad.