La hermandad de sangre es un vínculo que relaciona a dos o más personas a través de un pacto de sangre. Este involucra actos como la mezcla de sangre por medio de heridas y, aunque menos utilizado, mezcla de sangre en bebidas. Suele reflejar un vínculo más fuerte que una hermandad biológica, debido a que se adquieren responsabilidades mutuas más estrictas; suele realizarse un vínculo de igualdad entre las partes involucradas. Se sabe que se practicaba entre escitas, hunos, chinos, cumanos, turcos, húngaros y parejas como también algunas comunidades escandinavas en el pasado.[2]
Esta es una práctica mayoritariamente masculina. Pese a que se han encontrado pruebas de estos actos realizados en forma grupal y de ambos sexos en el este y oeste de África Central,[3] la amplia mayoría de la documentación describe la hermandad de sangre entre individuos de sexo masculino.