Hipernatremia | ||
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Especialidad |
nefrología endocrinología | |
Síntomas | Sensación de sed , debilidad, náuseas, pérdida de apetito. | |
Complicaciones | Paro cardíaco , confusión , espasmos musculares, sangrado en o alrededor del cerebro | |
La hipernatremia[1] es un trastorno hidroelectrolítico que consiste en un elevado nivel del ion sodio en la sangre (lo contrario de la hiponatremia, que significa bajo nivel de sodio), y su definición estricta es de una "condición hiperosmolar causada por una pérdida masiva del agua total del cuerpo".[2] Se considera que un sujeto tiene hipernatremia cuando la concentración de sodio en el plasma sobrepasa los valores de 145 mmol/L.[3][4]
Es una palabra tripartita derivada del griego y del latín moderno: 1) ὑπέρ: sobre, arriba de, más que; 2) αἷμα (pronunciado ema, precedida por la letra h porque la sílaba αἰ tiene espíritu áspero, con pronunciación aspirada), que significa sangre; 3) natrium: sodio en latín moderno y la desinencia ia, que denota condición.
La causa más común de la hipernatremia no es un exceso de sodio, sino un relacionado déficit de agua libre en el cuerpo. Por esta razón, a menudo es sinónimo del menos preciso término deshidratación.
El agua se pierde en el cuerpo por varias causas: sudor –incluye transpiración–, pérdidas insensibles por respiración, o en las heces y en la orina. Si la cantidad de agua ingerida constantemente es menor que la de agua perdida, el nivel de sodio del suero sanguíneo comienza a elevarse y conduce a la hipernatremia. Raramente este trastorno puede resultar por ingestión masiva de sal, tal como puede ocurrir al beber agua de mar.
Por lo general, incluso un pequeño incremento en la concentración de sodio del plasma causa una fuerte sensación de sed. Un aumento en toma de agua corrige la anormalidad. Por lo tanto, la hipernatremia ocurre con frecuencia en infantes con estado mental deteriorado, o en ancianos cuya fisiología relativa a la sed puede estar intacta pero que están impedidos de obtener o de pedir agua.
Es una condición relativamente común, pero con una importante morbimortalidad, en especial en los sujetos adultos mayores.