La interfertilidad es la capacidad de los individuos para reproducirse entre ellos concibiendo crías también fértiles. Es el concepto por el cual se define la especie y esta es la que marca otros como el género, la clase, la biodiversidad, o la evolución filética.
La interfertilidad ha estado y aún está en la base de cualquier clasificación taxonómica de los seres vivos, no así en las ecológicas. Esto se debe a que la especie se considera el único grupo taxonómico no arbitrario. Todos las demás unidades superiores son agrupaciones creadas por los biólogos para estudiar mejor las distintas formas de vida.
La interfertilidad supone una defensa para evitar descendencia mal adaptada, pero también puede se un peligro para la supervivencia de cualquier especie, si esta no posee un nicho ecológico propio y convive con otras que sí han encontrado su hueco.