El irredentismo ruso se refiere a todas las reclamaciones y aspiraciones territoriales irredentistas de Rusia, o de parte de la población rusa, desde su fundación como Estado-nación hasta la actualidad.[1] Estas afirmaciones irredentistas se dirigen a territorios habitados por personas de etnia rusa o de habla rusa.
El primer atisbo de irredentismo ruso se vio con las políticas pre-imperialistas de Pedro el Grande en Europa Oriental y áreas centrales y norteñas de Asia, durante la época soviética el gobierno comunista, influenciado por la rusificación a pesar de declararse internacionalista tenía tendencias de reclamar para sí mismo territorios con «aspiraciones proletariadas» como Besarabia y el este de Polonia.[1]
Históricamente, desde la caída de la Unión Soviética el único reclamo territorial oficial de la Federación de Rusia era la península de Crimea, parte de Ucrania.[1] Sin embargo, de manera no oficial, Rusia ha intervenido en la práctica totalidad de los conflictos postsoviéticos con tácticas de guerra gris,[1]y durante el siglo XXI su postura ha ido tornándose más agresiva, anexionando Crimea por la fuerza en 2014 e iniciando una guerra de invasión a gran escala contra Ucrania en 2022.[2]
La Gran Rusia es un concepto irrendentista del nacionalismo ruso que aspira a que los antiguos territorios de la Unión Soviética vuelvan a reunirse en un Estado. El proyecto de la Gran Rusia es un tema debatido en la actualidad con respecto a la incorporación efectiva de Bielorrusia. La incorporación a Rusia cuenta con apoyo en algunos de los antiguos territorios soviéticos, donde existen minorías étnicas o lingüísticas rusas.