John Osborne | ||
---|---|---|
Osborne retratado por Reginald Gray | ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | John James Osborne | |
Nacimiento |
12 de diciembre de 1929 Fulham, Londres, Inglaterra, Reino Unido | |
Fallecimiento |
24 de diciembre de 1994 (65 años) Clun, Shropshire, Inglaterra, Reino Unido | |
Causa de muerte | Diabetes mellitus | |
Nacionalidad | Británica | |
Religión | Anglicanismo | |
Familia | ||
Cónyuge |
1) Pamela Lane (1951-1957) 2) Mary Ure (1957-1963) 3) Penelope Gilliatt (1963-1968) 4) Jill Bennett (1968-1977) 5) Helen Dawson (1978-1994) | |
Hijos | Nolan Osborne | |
Información profesional | ||
Ocupación | Dramaturgo, activista político | |
Años activo | 1950-1992 | |
Movimiento | Jóvenes iracundos | |
Géneros | Realismo social, «drama de fregadero» | |
Obras notables | Look Back in Anger | |
Premios artísticos | ||
Premios Óscar |
Mejor guion basado en material de otro medio 1963 • Tom Jones | |
John James Osborne (Londres; 12 de diciembre de 1929-Shropshire; 24 de diciembre de 1994) fue un dramaturgo, guionista, actor y crítico del establishment británico.[1] El abrumador éxito de su obra de 1956 Look Back in Anger (Mirando hacia atrás con ira o Recordando con ira) transformó el teatro inglés. En una vida productiva de más de 40 años, exploró muchos temas y géneros, escribiendo para el teatro, el cine y la televisión. Su vida privada fue extravagante e iconoclasta. Fue famoso por la ornamentada violencia de su lenguaje, que no solo empleaba a favor de las causas políticas que apoyaba sino también contra su propia familia, incluyendo sus esposas e hijos, aunque ellos a menudo dieron lo que recibieron.
Llegó a la escena británica en una época en que la actuación disfrutaba de una edad de oro, a pesar de que la mayor parte de las grandes obras provenían de Estados Unidos y Francia. Las obras británicas permanecieron ciegas a las complejidades del período de posguerra. Osborne fue uno de los primeros escritores en dirigirse al propósito del Reino Unido en la época postimperial. Fue el primero en cuestionarse el sentido de la monarquía sobre un destacado escenario público. En su momento cumbre (1956-1966), consiguió que el desprecio fuese admisible e incluso una emoción estereotipada en el escenario, argumentó en pro de la sabiduría limpiadora del mal comportamiento y del mal gusto, y combinó una incansable veracidad con un ingenio devastador.