Jornalero

Trabajadores de una explotación agrícola australiana a finales del siglo XIX.
Campesinos rusos empobrecidos, que se ofrecían como jornaleros (fotografía de finales del siglo XIX o comienzos del XX). La abolición de la servidumbre en Rusia (1861) trajo consigo una diversificación de la condición social en el campo: los que progresaron se convirtieron en kulak enriquecidos, mientras que los más desafortunados se empobrecieron.
El ángulo sureste de la Plaza Mayor de Madrid en tiempo de siega, ilustración de Francisco Ortego para El Museo Universal, 1862.
Jornaleras valencianas en un almacén agrícola, 1947

Jornalero, temporero, peón o bracero son denominaciones genéricas para designar a las personas que trabajan por cuenta ajena a cambio de un jornal o pago por día de trabajo. A pesar del origen etimológico de su denominación, para su condición es indiferente o poco relevante que cobren un jornal fijo o un destajo en relación con su producción o el cumplimiento de una tarea determinada; mientras lo que sí supone una diferencia es que el trabajador aporte o no las herramientas o animales de trabajo necesarios (como el yuntero[1]​). Todas esas denominaciones suelen aplicarse específicamente a los trabajadores manuales agrícolas que no tienen posesión de tierras (ni en propiedad ni en arrendamiento), o que no la tienen en cantidad suficiente (minifundio); por ello se ven obligados a ser contratados temporalmente en faenas agrícolas[2]​ estacionales (siembra, cosechasiega de los cereales, recogida de los distintos frutos, como el verdeo, el ordeño y el vareo de la aceituna[3]​ o la vendimia de la uva—, poda, escarda, etc.) por los agricultores que poseen más tierras de las que por sí mismos pueden cultivar. Suelen agruparse en cuadrillas, y es muy frecuente que se desplacen en migraciones periódicas en los momentos de mayor demanda de mano de obra a los lugares donde son requeridos (emigración golondrina).

Aunque a veces se utilizan las mismas denominaciones para designarlos, suelen reservarse otras para los trabajadores de la industria o la construcción, llamados obreros (o trabajadores de cuello azul diferenciados de los trabajadores de cuello blanco); mientras que para los trabajadores de otras artes mecánicas o manuales, tradicionalmente consideradas de mayor especialización, se utilizaban otros términos, como artesanos o menestrales, y para los de los servicios existen múltiples denominaciones atendiendo a su función y cualificación, siendo la más humilde la de criado. También hay una diferencia de matiz, marcada en el Diccionario de la Lengua Española, que especifica que peones y braceros son trabajadores no cualificados, cuyas tareas "no requieren arte ni habilidad".[4]

  1. De la precaria situación social de los yunteros desde la infancia trata el poema de Miguel Hernández El niño yuntero (ver en UNED).
  2. Esteban Oca, Nociones de agricultura para las escuelas primarias, 1899 (cuarta edición, 1914):
    Labor agrícola es toda operación mecánica hecha en el terreno para hacerle más productivo.

    Su objeto es que nazca, crezca, se desarrolle y madure la planta que se cultiva, destruyendo a la vez las plantas perjudiciales que lo estorben.

    Las más comunes son roturar, arar, cavar, escardar, segar, arrancar, acarrear y trillar.

    Hay muchos otros: regar, aventar, rastrojar... Ver también herramienta agrícola, cuyas distintas modalidades y variantes locales están adaptadas a cada una de ellas.

  3. El poema Aceituneros, de Miguel Hernández, hoy Himno oficial de la provincia de Jaén, se refiere a su situación social.