Kami (神?) es la palabra en japonés para aquellas entidades que son adoradas en el sintoísmo.
Aunque la palabra se suele traducir a veces como "dios" o "deidad", los estudiosos de Shinto apuntan a que dicha traducción podría producir una grave equivocación del término.[1] Si bien en algunos casos, como en Izanagi e Izanami, los kami pueden ser deidades personificadas (similares a los dioses de la Grecia Antigua o de la Roma Antigua), en otros casos representan el fenómeno de crecimiento, objetos naturales, espíritus que habitan los árboles o las fuerzas de la naturaleza. Así, entender la palabra kami como "dios" o "deidad" da lugar a una mala interpretación.
En su uso en el sintoísmo, la palabra es un honor para los espíritus sagrados y nobles que implica un sentimiento de adoración por sus virtudes y autoridad. Ya que todos los seres tienen dichos espíritus, los humanos, como el resto de seres, pueden ser considerados kami o serlo potencialmente. De cualquier manera, debido a que los japoneses nunca usan un título honorífico para referirse a sí mismo o a un grupo al que pertenecen, no es muy frecuente que un humano normal sea referido como un kami.[1]
Ya que el idioma japonés no distingue normalmente el número gramatical (singular o plural) de un nombre, no está claro normalmente cuando kami se refiere a una sola entidad o a un conjunto de estas. Cuando es absolutamente necesario escribirlo en plural se puede emplear el término kami-gami (神々?). Los kami femeninos pueden ser llamados megami (女神) en ciertas circunstancias. También se suele decir que existen Yaoyorozu-no-kami (八百万の神?), literalmente "8 millones de kami", aunque interpretado culturalmente esto significa que su número es incontable, ya que en Japón el número 8 a menudo implica un número infinito.