Kirubi es la denominación de los toros alados con cabeza humana, un tipo de criatura terioforme propia de la mitología asiria. Del acadio Kuribu; en babilonio-asirio Karabu, También son llamados shedi ("genio"), por su función, o toros, por su forma.[1]
Estos genios alados se representaban a gran tamaño y con aspecto monstruoso en las entradas de los templos y palacios de las civilizaciones mesopotámicas, y se les identificaba con los nombres de Lammasu ("espíritu protector") o Cherub (querubín). Existía un cherub en la mitología egipcia, con múltiples alas y ojos.[2]