Larga Marcha

Mapa en que se detalla el desarrollo de la Larga Marcha. Las flechas indican la trayectoria seguida por el Primer Ejército Rojo, que incluía a los dirigentes del Partido Comunista que salieron de Jiangxi. Las partes sombreadas indican las zonas que estuvieron bajo control comunista, entre ellas, marcadas con un aspa, las que fueron conquistadas por el ejército de la República durante las cuatro primeras campañas de cerco y aniquilación dirigidas por Chiang Kai-shek. De esas zonas partieron los otros dos grupos principales: el Segundo Ejército Rojo, comandado por He Long, en el sur y, más al norte, el Cuarto Ejército Rojo, dirigido por Zhang Guotao, cuyas trayectorias se indican por las flechas punteadas. La Larga Marcha concluyó en el norte, en la zona dominada por Liu Zhidan, donde se unieron los tres ejércitos.

La Larga Marcha (en chino tradicional, 長征; en chino simplificado, 长征; pinyin, Cháng Zhēng), también llamada Gran Marcha, fue un episodio de la primera etapa de la guerra civil china que se produjo entre los años 1934 y 1935, que consistió en una retirada de 12 500 kilómetros, desde el sur al norte del país, del Ejército Rojo, las fuerzas armadas del Partido Comunista de China (PCCh), huyendo del Ejército nacionalista al mando de Chiang Kai-shek.

Supuso el reconocimiento del liderazgo de Mao Zedong en el PCCh. Los comunistas habían logrado establecer una zona bajo su control en un área montañosa de la provincia de Jiangxi, en el sur del país, donde establecieron la República Soviética de China. Acosados por las fuerzas de la República, dirigidas por el generalísimo Chiang Kai-shek, el 16 de octubre de 1934 los dirigentes comunistas decidieron emprender la huida hacia el interior, que los llevaría un año después a la provincia norteña de Shaanxi, en una región aún más remota que se encontraba también bajo control comunista.

Durante la Larga Marcha, los comunistas, eventualmente liderados por Mao Zedong y Zhou Enlai, escaparon en círculos hacia el oeste y el norte, recorriendo alrededor de 12 500 kilómetros en 370 días. La dureza del viaje a través de la China interior, que solo completaría alrededor de una décima parte de las tropas que salieron de Jiangxi, haría de este uno de los episodios más significativos y determinantes en la historia del Partido Comunista de China, que sellaría el prestigio personal de los nuevos dirigentes del Partido, con Mao a la cabeza, en las décadas siguientes.