Legolas

Legolas
Personaje de El Señor de los Anillos

Legolas Hojaverde, hijo de Thranduil.
Creado por J. R. R. Tolkien
Interpretado por Orlando Bloom
Información personal
Fallecimiento Desconocida, en el 120 C.E. partió a Aman
Residencia Bosque Negro (Tierra Media)
Características físicas
Raza Elfo sindar
Sexo Masculino
Familia y relaciones
Familia Thranduil (padre),
Oropher (abuelo)
Información profesional
Ocupación arquero
Título Príncipe de los elfos
Perfil en IMDb

Legolas (en sindarin, «hoja verde») es uno de los personajes principales de la novela El Señor de los Anillos, escrita por J. R. R. Tolkien. Es un elfo sinda, hijo de Thranduil, el rey de los elfos silvanos del Bosque Negro. Sus principales acciones se desarrollan durante y después de la Guerra del Anillo.

Formó parte de la llamada Comunidad del Anillo, cuyo objetivo era la destrucción del Anillo Único de Sauron. Durante estos acontecimientos, Legolas desarrolló gran amistad con Aragorn, el que llegaría a ser coronado como rey Elessar, y con Gimli el enano. De esta forma, Legolas personificó la reconciliación de elfos y enanos, dos pueblos enemistados desde las Guerras de Beleriand por las matanzas cometidas por la posesión de uno de los Silmarils.

En estos acontecimientos, Legolas sobresalió como guerrero, por su gran fuerza y resistencia. También mostró dotes diplomáticas y un alto sentido de la honestidad y lealtad.

Tras la Guerra del Anillo, se trasladó junto con mucha de su gente a los bosques de Ithilien, donde fundó un principado elfo; pero, atraído por el mar, cuando Aragorn murió en 121 de la Cuarta Edad, armó un barco y (junto con Gimli el enano) puso rumbo a las Tierras Imperecederas, en el continente de Aman.

Legolas era un elfo alto, hermoso y de ojos azules brillantes y agudos, siempre vestido de castaño y verde, un excelente arquero y de una vista prodigiosa y penetrante que le permitía ver a grandes distancias, cosa que para el común de los mortales era imposible, superando incluso la de muchos elfos. Caminaba con pasos ágiles y sus pies prácticamente no tocaban el suelo. Parecía no dormir, simplemente descansaba con los ojos semicerrados con sus pensamientos perdidos en cosas bellas. Para la lucha siempre iba acompañado de un arco y un cuchillo blanco.